El heavy metal siempre ha sido un género que despierta pasiones intensas. No es música para la indiferencia, sino para la devoción o el rechazo absoluto. En este sentido, pocas bandas han generado una reacción tan polarizada como Babymetal, el grupo japonés que fusiona el metal con el J-pop. Para el legendario guitarrista Marty Friedman, esta división es precisamente lo que hace que Babymetal encarne el verdadero espíritu del metal.
El amor-odio en el metal: una tradición necesaria
En una entrevista reciente con HEAVY MEXTAL (Aquí la puedes leer completa), Friedman explicó que la relación de amor-odio con Babymetal es algo que ha existido en el metal desde sus inicios. “Recuerdo muy claramente cuando estaba en secundaria. La gente odiaba a Kiss, odiaban a Black Sabbath, odiaban el punk rock y a los Ramones, pero yo era tan fan de esos grupos que me encantaba ver cómo los odiaban”, comentó el ex guitarrista de Megadeth.
Para Friedman, esta reacción extrema es lo que define al género. “Si a todo el mundo le gusta, eso es más para la música pop. Pero el heavy metal tiene otro tipo de espíritu. Prefiero que alguien diga: ‘Me encanta la música de Marty’ o ‘La odio’. Prefiero eso antes que un ‘Está bien, me da igual’”.
Babymetal: una banda que divide y conquista
Desde su debut en 2010, Babymetal ha sido objeto de debate entre los seguidores del metal. Su combinación de riffs pesados con melodías pop y coreografías ha generado tanto admiración como rechazo. Sin embargo, para Friedman, esta polarización es una señal de éxito. “Soy un gran fan de la música divisiva. Divide a la gente, y creo que Babymetal es un buen ejemplo de eso. Entiendo por qué a la gente le encanta. Entiendo por qué lo odian. Y eso es lo que me gusta de ello”.
El impacto de Babymetal en la escena internacional es innegable. Han logrado conquistar audiencias en todo el mundo, colaborando con artistas de renombre y actuando en festivales de gran prestigio. Su presencia ha obligado a la comunidad del metal a replantearse los límites del género, algo que, según Friedman, es necesario para su evolución.
El espíritu del metal en constante transformación
La historia del heavy metal está llena de bandas que han desafiado las normas y han generado controversia. Desde Black Sabbath hasta Slipknot, el género ha prosperado gracias a su capacidad de provocar reacciones intensas. Babymetal no es la excepción, y su éxito demuestra que el metal sigue evolucionando.
Para Marty Friedman, la clave está en aceptar que el metal no es un género para la complacencia. “Es muy importante tener ese tipo de relación fuerte de amor-odio”, afirmó. Y en ese sentido, Babymetal ha logrado lo que pocas bandas pueden: despertar emociones extremas y mantener vivo el espíritu rebelde del metal.