El anuncio del retiro de Dave Mustaine y el cierre de Megadeth ha generado reacciones en el mundo del metal. Max Cavalera, figura clave en Sepultura y actual líder de Soulfly, expresó su desacuerdo con esa decisión en una entrevista reciente con Alternative Nation. Para el brasileño, abandonar los escenarios equivale a perder el rumbo en la vida.
La postura de Cavalera frente al retiro en el metal
Cavalera, quien dejó Sepultura hace décadas pero sigue conectado a su legado a través de reinterpretaciones de sus discos iniciales, no comprende la elección de Mustaine. En la conversación, el músico de 55 años dejó claro su punto de vista: “No entiendo el retiro. Para mí, el retiro es la muerte del propósito. Es como si ya no tuvieras razón de ser. ¿Qué vas a hacer? Para mí sería una idea horrible, porque solo me metería en problemas. No tengo esa opción en mi mesa, gracias a Dios”.
Aunque reconoce las dificultades de la profesión, Cavalera mantiene que el camino del metal tiene su atractivo propio. Él acepta los altibajos como parte del paquete: “Si otros quieren hacerlo, más poder para ellos. Esta vida no es para todos, es un camino duro. A muchos se les complica manejar lo que viene con este estilo de vida. Yo no soy uno de ellos: me encanta todo, incluso el drama”.
Esta declaración llega en un momento en que el retiro de Mustaine, tras más de 40 años al frente de Megadeth, marca el fin de una era para el thrash metal. Cavalera, por su parte, equilibra su agenda con Soulfly, Cavalera Conspiracy –donde colabora con su hermano Igor– y proyectos que reviven el sonido primitivo de Sepultura.
El rol de la carretera en la rutina de Cavalera
Para Cavalera, el escenario no es solo un trabajo, sino el espacio donde se siente en su elemento. Después de tantos años de giras, el músico no ve un punto final: “No existe el retiro para mí. Si estoy dos semanas en casa, me aburro. Necesito salir, volver a la carretera. Me siento más cómodo de gira que en ningún otro lugar”.
Sus seguidores ya conocen esta determinación. Cavalera ha repetido que su plan es continuar tocando sin pausas, un enfoque que contrasta con las decisiones de otros veteranos del género. Mientras Megadeth se despide, el brasileño sigue adelante, manteniendo activo el metal que ayudó a moldear desde finales de los 80.
