En respuesta a la demanda antimonopolio presentada por el Departamento de Justicia de EE. UU., Live Nation ha emitido un comunicado defendiendo su posición y refutando las acusaciones de operar como un monopolio junto con Ticketmaster. Dan Wall, vicepresidente ejecutivo de Asuntos Corporativos y Regulatorios de Live Nation, ha declarado que la denuncia no refleja la realidad de la industria del entretenimiento en vivo.
Según Wall, “la denuncia, y más aún la conferencia de prensa que la anuncia, intenta retratar a Live Nation y Ticketmaster como la causa de la frustración de los fanáticos con la industria del entretenimiento en vivo”. Sin embargo, Live Nation argumenta que la responsabilidad es compartida y que culpar exclusivamente a estas dos empresas ignora otros factores relevantes.
Una de las principales acusaciones es que Live Nation y Ticketmaster retienen una parte significativa de las tarifas del servicio de boletos, lo que contribuye a los altos precios de las entradas. Sin embargo, Live Nation insiste en que solo se queda con una “parte modesta” de estas tarifas. Para respaldar su afirmación, la compañía proporciona un gráfico que compara las tasas de comisión con otros mercados digitales.
Además, Live Nation niega operar como un monopolio. Asegura que la competencia en la industria ha llevado a tasas de aceptación más bajas tanto en la promoción de conciertos como en la venta de entradas. La rentabilidad y el crecimiento de Live Nation se deben a su contribución al desarrollo de la industria.
Es importante recordar que la administración Obama permitió la fusión entre Live Nation y Ticketmaster en el pasado. En ese momento, se reconoció que no había base legal para cuestionar los aspectos verticales de la fusión. Wall concluye que “el mundo es un lugar mejor gracias a esa fusión, no peor”.