En una noche llena de nostalgia y rock and roll, el legendario Gene Simmons de Kiss volvió a subir al escenario en un concierto en solitario, desatando una tormenta de emociones entre los fanáticos. El evento tuvo lugar en el recién inaugurado Rock & Brews en Ridgefield, Washington, el 23 de abril.
Simmons, conocido por su carisma y su lengua icónica, no había pisado un escenario desde el último concierto de despedida de Kiss en diciembre. Esta actuación también marcó la primera aparición de su banda en solitario desde septiembre de 2018. La alineación actual incluye a los talentosos guitarristas Brent Woods, conocido por su trabajo con Sebastian Bach y Vince Neil, y Jason Walker. Completando el conjunto está el baterista Brian Tichy, famoso por su tiempo con Whitesnake y Foreigner.
La noche estuvo llena de clásicos de Kiss, pero también hubo sorpresas. La banda rindió homenaje a los grandes del rock con versiones de “Ace of Spades” de Motorhead y “Communication Breakdown” de Led Zeppelin. Además, el guitarrista de Kiss, Tommy Thayer, hizo una aparición especial, añadiendo un toque extra de magia a la noche.
El setlist fue una mezcla perfecta de lo viejo y lo nuevo, comenzando con “Deuce” y terminando con el himno “Rock and Roll All Nite”. Entre los momentos destacados se incluyen “I Love It Loud”, “Shout It Out Loud”, “Love Gun” y “Calling Dr. Love”. Thayer se unió a la banda para “Parasite” y “Lick It Up”, mientras que “Are You Ready?” y “100,000 Years” mantuvieron a la multitud en vilo.
Este concierto marca un nuevo capítulo en la carrera de Simmons. Aunque Kiss puede haber tocado su última nota, Simmons demuestra que todavía tiene mucho que ofrecer al mundo del rock. Su pasión y energía en el escenario son inigualables, y su habilidad para conectar con la audiencia es evidente.