El thrash metal es un subgénero del heavy metal que se caracteriza por su agresividad, velocidad y técnica. Surgió a principios de los años 80 como una fusión entre el sonido de la nueva ola del heavy metal británico (NWOBHM) y la actitud del hardcore punk.
Entre las bandas pioneras del estilo se encuentran Metallica, Slayer, Megadeth y Anthrax, conocidas como los cuatro grandes del thrash metal estadounidense. Sin embargo, en el otro lado del Atlántico, también hubo una escena floreciente de thrash metal, especialmente en Alemania, donde se formaron grupos como Kreator, Sodom, Tankard y Destruction. Estos últimos son el tema de este artículo, en el que repasaremos su trayectoria, influencia y legado.
Destruction se formó en 1982 en Weil am Rhein, una ciudad cercana a la frontera con Suiza y Francia. Sus fundadores fueron el bajista y vocalista Marcel “Schmier” Schirmer, el guitarrista Mike Sifringer y el baterista Tommy Sandmann. Inicialmente se llamaban Knight of Demon, pero pronto cambiaron su nombre a Destruction, inspirados por Iron Maiden, Mercyful Fate, Motörhead y Venom.
En 1984 lanzaron su primer demo, titulado Bestial Invasion of Hell, que les valió un contrato con el sello Steamhammer Records. Ese mismo año publicaron su primer EP, Sentence of Death, que contenía seis canciones de puro thrash metal crudo y violento.
Un debut destructor
El debut oficial de Destruction fue “Infernal Overkill”, lanzado en 1985. El álbum mostró una evolución en el sonido de la banda, con riffs más complejos y solos más elaborados. Canciones como Invincible Force, Death Trap o Bestial Invasion se convirtieron en clásicos del género.
Al año siguiente salió al mercado Eternal Devastation, que siguió la misma línea que su predecesor, pero con una producción más limpia y un mayor énfasis en la melodía. Temas como Curse the Gods, Life Without Sense o Confused Mind demostraron la madurez compositiva de la banda.
En 1987, Destruction incorporó a un segundo guitarrista, Harry Wilkens, y cambió de baterista, entrando Oliver Kaiser en sustitución de Tommy Sandmann. Con esta formación grabaron el EP “Mad Butcher” y el álbum “Release from Agony”, ambos editados ese mismo año. Estos trabajos supusieron un cambio radical en el estilo de la banda, que se orientó hacia un sonido más progresivo y técnico, con influencias de bandas como Rush o Queensrÿche. Algunos fans acogieron bien esta evolución, mientras que otros la rechazaron por considerarla una traición a sus raíces.
Salida de Schmier
En 1989 se produjo un hecho que marcó un antes y un después en la historia de Destruction: la salida de Schmier de la banda. El vocalista fue despedido por diferencias musicales con Sifringer y Kaiser, que querían seguir explorando nuevos horizontes. Schmier fue reemplazado por André Grieder, cantante de la banda suiza Poltergeist. Con él grabaron el álbum Cracked Brain en 1990, que mantuvo la línea progresiva de los anteriores trabajos, pero con una menor repercusión comercial y crítica.
Durante los años 90, Destruction sufrió una serie de problemas internos y externos que afectaron a su carrera. La banda perdió su contrato con Steamhammer Records y tuvo que autoproducir sus discos. Además, hubo constantes cambios de formación y de estilo musical.
La banda experimentó con elementos de groove metal , metal alternativo y nu metal , alejándose cada vez más del thrash metal original. Algunos de los álbumes que publicaron en esa década fueron “The Least Successful Human Cannonball” (1994), “Them Not Me” (1995) o “The Final Curtain” (1998). Estos trabajos no tuvieron buena acogida ni entre los fans ni entre la crítica especializada.
El regreso del hijo pródigo
En 1999 se produjo el esperado regreso de Schmier a Destruction. El vocalista se reunió con Sifringer y reclutó al baterista Sven Vormann para grabar el álbum “All Hell Breaks Loose” (2000), que supuso un retorno al thrash metal clásico de los primeros años. El disco fue muy bien recibido por los fans, que celebraron la vuelta de la formación original. La banda siguió en esa línea con los siguientes álbumes, como “The Antichrist” (2001), “Metal Discharge” (2003) o “Inventor of Evil” (2005). En estos trabajos, la banda recuperó su agresividad y su técnica, sin renunciar a la innovación y la variedad.
25 años de thrash alemán
En 2007, Destruction celebró su 25 aniversario con el lanzamiento del álbum “Thrash Anthems”, que contenía versiones regrabadas de sus clásicos de los años 80. El disco contó con la colaboración de varios invitados especiales, como Tom Angelripper (Sodom), Peter Tägtgren (Hypocrisy) o Peavy Wagner (Rage). Ese mismo año, la banda participó en el festival Wacken Open Air junto a las otras tres grandes bandas del thrash metal alemán: Kreator, Sodom y Tankard. El evento fue grabado y editado en DVD bajo el título The Big Teutonic 4.
En los últimos años, Destruction ha seguido publicando discos de gran calidad, como “D.E.V.O.L.U.T.I.O.N.” (2008), “Day of Reckoning” (2011), “Spiritual Genocide” (2012), “Under Attack” (2016) o “Born to Perish” (2019). La banda ha mantenido una actividad constante en directo, tocando en festivales y giras por todo el mundo. Además, ha colaborado con otras bandas del género, como Overkill, Flotsam and Jetsam o Exodus. Destruction ha demostrado ser una de las bandas más influyentes y respetadas del thrash metal, con una trayectoria de más de 35 años y una discografía de más de 15 álbumes. Su legado es indiscutible y su futuro es prometedor. Destruction es, sin duda, la máquina demoledora del thrash alemán.