El pasado 27 de abril, en el Opera Hall de Brasília, Brasil, Bruce Dickinson, vocalista de Iron Maiden dejó claro que no toleraría el humo de los fumadores cerca de su arte.
El vocalista demetal británico se encontraba promocionando su último álbum en solitario, ‘The Mandrake Project’, cuando la atmósfera se cargó con el aroma del tabaco. Dickinson, no dudó en expresar su descontento. “No puedo respirar, carajo”, rugió desde el escenario.
“Tanya O’Callaghan, mi bajista, tampoco puede. ¿Qué demonios estás haciendo?”, señalando a los infractores individuales.
El foco de la ira no fue un cigarrillo convencional, sino un vapeador. “Tú, el del puto vapeador de ahí”, exclamó, “hazlo fuera, ¿quieres? Si no puedes estar cinco minutos sin tu puta adicción, no arruines mi arte”.
El concierto continuó, pero Dickinson seguía molesto. “Mi garganta tiene trabajo que hacer”, proclamó. “Han pagado un buen dinero para oírme cantar, no para escuchar ‘Blargh, blargh’”.
Después del concierto, MCA Concerts, el promotor del evento, aclaró que el problema no fue el tabaco, sino un vapeador que explotó accidentalmente.
Dickinson también acusó a algunos fans de usar spray de pimienta, una acusación que resultó infundada.
En 2022, durante otro concierto de Iron Maiden, Dickinson llamó a un fan “maldito mamapitos” por encender una bengala. El metal no cede ante las distracciones.