Era un 11 de abril de 1983 y un joven grupo de thrash metal Metallica estaba iniciando su carrera, sin embargo, el creador de algunos de sus riffs más poderosos tenía un problema con la bebida.
La agrupación conformada en ese momento por James Hetfield, Lars Ulrich, Cliff Burton y Dave Mustaine estaba en la etapa de fiestas y por ende tenían contacto con el alcohol del cual eran consumidores recientes. No por nada les pusieron el apodo de “Alcoholica” años después.
“Cuando estás cerca de mucha gente a la que le gusta beber y hacer el tonto. Ellos solo quieren divertirse”. Comentó Mustaine hace algún tiempo.
A diferencia de sus compañeros que cuando se embriagaban eran estúpidos y ruidosos, mientras que Dave se tornaba volátil y muy violento bajo los influjos del alcohol. “Bebería y me divertiría hasta que refutaran algo que había dicho… sería agresivo porque era un borracho violento”.
Eran las nueve de la mañana y James, Lars y Cliff despertaron a un Mustaine con una terrible resaca para darle la noticia estaba fuera de la banda. Tenían listo su transporte de regreso a su cuidad natal y su lugar se había cubierto por el ex Exodus Kirk Hammett hace unos días.
Al joven guitarrista también le notificaron que no iba a tomar un vuelo, sería un autobús el encargado de regresarlo a casa con cuatro días de transporte y estaba programado para una hora. A partir de entonces el enojo hacia su antiguos compañeros de volvió una constante en su carrera.
“Lo que realmente me molestó fue que nunca me dieron una advertencia, nunca tuve una segunda oportunidad”
“El Colorado” camino a casa, fruto de su enojo, escribió al reverso de un volante “El arsenal de la megamuerte, no puede deshacerse” lo que cual utilizó para fundar su propia banda la cual se volvió un referente del thrash a nivel mundial junto a sus antiguos compañeros de Metallica.