La despedida definitiva de Black Sabbath en su ciudad natal se perfila como uno de los eventos más significativos del metal en décadas. Sin embargo, no todos los nombres ilustres del género podrán estar presentes. Rob Halford, vocalista de Judas Priest, ha declarado sentirse “absolutamente destrozado” por no poder asistir al evento “Back To The Beginning”, el último concierto de la banda pionera del heavy metal, que se celebrará el 5 de julio en Villa Park, Birmingham.
La coincidencia de fechas con el show del 60 aniversario de Scorpions en Hannover, donde Judas Priest tiene un compromiso confirmado, impide la presencia de Halford en el esperado reencuentro de Sabbath con su formación original. El propio vocalista explicó a Metal Hammer que fue Sharon Osbourne quien le contactó directamente para invitarlo a participar, pero la logística resultó inviable: “Incluso con un avión privado, existe algo llamado ‘problemas técnicos’, o puede haber complicaciones climáticas… Me sentí devastado”.
La imposibilidad de estar en ambos conciertos no solo afecta a Halford a nivel profesional, sino también personal. Su vínculo con Ozzy y el legado de Sabbath es profundo, y la ocasión representa más que un espectáculo: es una validación histórica del lugar de Birmingham como cuna del metal. “Todos mis colegas van a estar ahí, grandes bandas y artistas. Es un momento épico que reafirma de dónde vino todo esto”, comentó.
A pesar de su ausencia, Halford expresó satisfacción al saber que K.K. Downing —cofundador de Judas Priest— estará presente en representación de la banda. El gesto adquiere un peso simbólico, ya que ambas agrupaciones comparten no solo ciudad natal, sino décadas de historia compartida en la evolución del género.
El concierto de Sabbath se agotó en menos de 10 minutos tras su anuncio en febrero. La reunión de Ozzy Osbourne, Tony Iommi, Geezer Butler y Bill Ward marca su primera presentación juntos en dos décadas, y posiblemente la última vez que los cuatro compartirán escenario.