El pasado 7 de mayo de 2025, el Lane Stadium de Virginia Tech en Blacksburg parte de la gira mundial M72, La banda de thrash metal Metallica desató un espectáculo donde los 60,000 asistentes, al unísono, generaron temblores registrados por el Observatorio Sismológico de Virginia Tech.
Este show no solo marcó la primera actuación de la banda en este recinto emblemático, sino que también evidenció el poder de la conexión entre el metal y su audiencia La canción “Enter Sandman”, himno de los Virginia Tech Hokies desde el año 2000, fue el catalizador de un sismo que, aunque no alcanzó una magnitud significativa en la escala de Richter, resonó como un testimonio de la energía colectiva desatada esa noche.
La relación entre Metallica y Virginia Tech no es nueva, pero este concierto representó la culminación de una espera de 25 años. Desde que “Enter Sandman” se convirtió en la banda sonora de la entrada del equipo de fútbol americano de los Hokies, la canción ha sido un símbolo de identidad para la comunidad universitaria. La banda, consciente de esta conexión, jugó con las expectativas del público. James Hetfield, con su característica mezcla de carisma y provocación, fingió despedirse antes de insinuar que “faltaba algo”, desencadenando un cántico de “Let’s go Hokies” que preparó el terreno para la interpretación final de la noche. El rugido de la multitud, sincronizado con los riffs de Kirk Hammett y el pulso de Lars Ulrich, hizo que el estadio vibrara literalmente, un fenómeno que el sismólogo Martin Chapman describió como cuatro a cinco veces más intenso que las lecturas habituales durante los partidos de fútbol.
Su actuación en Lane Stadium fue complementada con la presencia de bandas teloneras como Pantera y Suicidal Tendencies, evocando la diversidad del metal contemporáneo.
La magnitud del sismo, aunque menor y no clasificable en la escala de Richter, no pasó desapercibida en las redes sociales, donde el término “Metallica Quake” se popularizó rápidamente. Videos compartidos por Virginia Tech Athletics y fanáticos capturaron la intensidad del momento, mostrando un estadio sin un solo asiento vacío y una marea humana saltando al compás de “Enter Sandman”.
El encuentro entre Metallica y Virginia Tech también tuvo gestos simbólicos. Antes del show, el entrenador de los Hokies, Brent Pry, obsequió a los miembros de la banda camisetas personalizadas con los números 25 y 72, en alusión a los años de tradición y la gira en curso. Este intercambio subrayó el respeto mutuo entre la banda y la institución, un vínculo que se ha fortalecido con guiños previos, como el saludo de Metallica al exentrenador Frank Beamer en 2015. La actuación, además, llega en un momento en que el equipo de fútbol busca revitalizarse tras una temporada 2024 con un récord de 6-7, lo que convierte al concierto en un catalizador de orgullo local.