La historia temprana de Megadeth no puede contarse sin una breve pero significativa aparición de Kerry King. Mucho antes de consolidarse como figura clave en Slayer y el thrash metal en general, el guitarrista californiano acompañó a Dave Mustaine en los primeros cinco conciertos de su nueva banda, apenas fundada tras su salida de Metallica. Aunque esa colaboración fue efímera, King ha retomado el tema en una reciente entrevista para Bangers Open Air, donde reflexiona sobre aquella etapa, su vínculo con Mustaine y las tensiones que habrían hecho imposible una relación musical duradera.
Kerry recuerda con claridad el respeto que sentía —y aún siente— por Mustaine como guitarrista. “Cuando me enteré de que quería que tocara con él, fue halagador. Incluso entonces pensaba que era increíble”, comentó. En ese momento, Slayer ya existía, aunque se encontraba entre lanzamientos discográficos, lo que le permitió colaborar con Megadeth sin comprometer su rol en la banda. Sin embargo, cuando se le preguntó si llegó a considerar unirse de forma permanente, respondió con franqueza: “Probablemente sí lo pensé, pero Slayer era mi lugar. Y, con el tiempo, fue claramente la decisión correcta”.
Más allá del aprecio, King dejó claro que su personalidad habría chocado con la de Mustaine. “Me encanta estar con él veinte minutos, pero luego necesito irme. Así funcionamos”. Su análisis no se basa en resentimientos, sino en la experiencia de observar cuántos músicos han pasado por las filas de Megadeth a lo largo de los años.
En un ejercicio de memoria, Kerry también evocó el impacto que le causó ver a Metallica en 1982, cuando Mustaine aún formaba parte del grupo. Fue en el club Woodstock, en Anaheim, donde Slayer incluso abrió para ellos. Ver a Mustaine tocar sin mirar el mástil lo dejó impresionado. “Pensé: ‘yo no puedo hacer eso’. Y aún hoy creo que es un guitarrista brutal”. La transición de Mustaine a Megadeth fue, según King, una migración natural de riffs y energía compositiva que ya se gestaba desde los primeros días de Metallica.
Aunque el estilo de Slayer terminó diferenciándose drásticamente del de Metallica y Megadeth, con una inclinación más agresiva y sombría influida por bandas como Venom y Motörhead, King reconoce que Metallica logró algo único. “Ellos lo pulieron todo. Nosotros todavía estábamos moldeando nuestro enfoque. Pero sí, ellos se convirtieron en la banda más grande del planeta”.
Respecto a su relación actual con los miembros de Metallica, King se mostró pragmático. Aunque reconoce la cortesía de Hetfield durante las reuniones del “Big Four”, explicó que rara vez se cruzan. “Kirk es buena onda, Rob también, y Lars… cuando le da la gana, nos juntamos. Con Mustaine, es mejor mantenerlo corto y salir antes de que se ponga raro”.
El paso fugaz de Kerry King por Megadeth dejó más preguntas que respuestas, pero con los años ha quedado claro que ese cruce de caminos, aunque breve, fue un punto clave en la consolidación del thrash metal como movimiento.
