La viralidad digital ha reconfigurado la exposición pública de artistas veteranos, y pocos casos lo ilustran tan curiosamente como el de Bobby Liebling. El cantante de Pentagram, una de las figuras fundamentales del doom metal estadounidense, se ha convertido en un fenómeno inesperado en TikTok tras la circulación de un clip donde se le ve en una actitud dispersa sobre el escenario.
En entrevista con Altars Of Metal, Liebling expresó su desconcierto ante la situación: “Siempre tuve ese sueño de que un día algo se hiciera viral, pero no imaginé que sería así”. Aunque la banda ya tenía presentaciones agotadas antes del estallido del clip, el efecto dominó fue inmediato. Su reconocimiento aumentó abruptamente, al punto de ser detenido por empleados de aeropuertos, pilotos y hasta niños. La escena se tornó tan intensa que, según el propio vocalista, en algunos conciertos ha requerido escoltas policiales para salir del recinto ante el frenesí del público.
A diferencia de los picos de popularidad que históricamente se basaban en lanzamientos o giras, la atención mediática que ahora rodea a Liebling proviene de un gesto involuntario amplificado por el humor de las redes. El contraste es notable: un artista con más de medio siglo de trayectoria se vuelve objeto de fascinación masiva por una imagen congelada en contexto ambiguo. “Es divertido volverte famoso por ser un chiste”, comentó sin resentimiento, pero con un dejo de ironía bien ganada.
Pentagram no ha reportado un crecimiento tangible en taquilla gracias al video, principalmente porque sus fechas ya estaban comprometidas antes del suceso. Sin embargo, Liebling admite que el “aumento aparente en popularidad” ha sido innegable. Y si bien el fenómeno no se traduce de inmediato en ganancias o contratos, sí marca un punto de inflexión cultural: el doom metal, normalmente marginado del radar mainstream, ahora circula entre hashtags y algoritmos.
