Black Sabbath, la banda que definió el heavy metal cuenta con una discografía que abarca más de cuatro décadas, sus álbumes han sido objeto de análisis y debate entre críticos, especialistas y fans.
A continuación, presentamos un ranking de sus discos de estudio, ordenados del mejor al peor, basado en la recepción crítica y la opinión de los seguidores más acérrimos
Paranoid (1970): Este álbum es considerado el pináculo de la carrera de Black Sabbath. Con clásicos como “Iron Man” y “War Pigs”, se ha consolidado como una obra maestra del heavy metal.
Master of Reality (1971): Con su sonido pesado y oscuro, este disco ha influido en innumerables bandas y es un pilar fundamental del género.
Black Sabbath (1970): El álbum debut que lo inició todo. Con su atmósfera sombría y riffs icónicos, sentó las bases para el heavy metal.
Sabbath Bloody Sabbath (1973): Este disco mostró una evolución en el sonido de la banda, incorporando elementos más progresivos y complejos.
Heaven and Hell (1980): Con la incorporación de Ronnie James Dio, la banda revitalizó su sonido y entregó uno de sus trabajos más aclamados.
Vol. 4 (1972): Un álbum que capturó la esencia de la banda en su apogeo, con una mezcla de temas pesados y experimentales.
Mob Rules (1981): Continuando con Dio en la voz, este disco consolidó la nueva era de Black Sabbath con un sonido potente y cohesivo.
Sabotage (1975): Un álbum que, aunque menos conocido, contiene algunas de las composiciones más intrincadas y ambiciosas de la banda.
13 (2013): El regreso de la banda a sus raíces, con un sonido que rememora sus primeros trabajos y una producción moderna.
Technical Ecstasy (1976): Un disco que mostró una faceta más experimental de la banda, con una mezcla de estilos y sonidos.
Never Say Die! (1978): El último álbum con Ozzy Osbourne antes de su salida, con un sonido más variado y menos cohesivo.
Born Again (1983): Con Ian Gillan en la voz, este disco es conocido por su producción cruda y su enfoque más agresivo.
Headless Cross (1989): Un álbum que marcó el regreso de la banda a un sonido más tradicional de heavy metal.
The Eternal Idol (1987): Con Tony Martin en la voz, este disco mostró una banda revitalizada y con un sonido renovado.
Tyr (1990): Un álbum que exploró temas mitológicos y mostró una faceta más épica de la banda.
Dehumanizer (1992): El regreso de Dio a la banda, con un sonido más pesado y oscuro.
Cross Purposes (1994): Un disco que, aunque menos conocido, contiene algunas gemas ocultas en la discografía de la banda.
Seventh Star (1986): Originalmente concebido como un álbum en solitario de Tony Iommi, este disco mostró una dirección diferente para la banda.
Forbidden (1995): Considerado por muchos como el punto más bajo de la discografía de Black Sabbath, con una producción y composición que no lograron conectar con los fans.
Este ranking refleja la diversidad y evolución de Black Sabbath a lo largo de los años, mostrando cómo la banda ha sabido adaptarse y reinventarse en diferentes épocas. Cada álbum tiene su propio lugar en la historia del heavy metal, y juntos forman un legado que sigue inspirando a nuevas generaciones de músicos y fans.