Imagina esto: estás en el Wacken Open Air, día tres, el cielo se parte con un trueno y de pronto todo colapsa. Lluvia de lodo, escenarios en llamas, y una horda de metaleros hambrientos peleando por lo último que queda. No hay salida, el Wi-Fi murió, y tu batería está al 2%. Frente a ti, dos opciones para sobrevivir la noche:
- Opción A: Luchar por el último bidón de cerveza con un fan de Slayer
Este tipo tiene pinta de haber matado osos con las manos. Está gritando “Raining Blood” mientras abraza un bidón tibio de Heineken como si fuera su primogénito. Si lo enfrentas, podrías ganar la cerveza y el respeto del pit, pero también podrías terminar con un ojo morado y un diente menos. - Opción B: Hacer trueque con tu camiseta de Bathory por un lugar en el mosh pit
Tienes una reliquia: una camiseta original de Under the Sign of the Black Mark, edición 1987, gastada pero épica. Un grupo de black metaleros noruegos te ofrece un hueco en el mosh pit central, donde el lodo es más profundo pero la energía es pura. ¿Vale la pena sacrificar tu tesoro por una noche de caos?
Elige A o B y dinos por qué en los comentarios. Si tienes una idea mejor, lánzala.