La conocida banda de metalcore The Amity Affliction se encuentra en medio de una batalla legal con su ex bajista y vocalista, Ahren Stringer. Tras una tumultuosa separación, Stringer ha insinuado a través de sus redes sociales que ha iniciado acciones legales contra la banda, lo que ha llamado la atención de la comunidad musical y de sus seguidores.
Contexto de la Disputa
La controversia surgió a raíz de la propiedad de las marcas registradas “Amity” y “The Amity Affliction”. Stringer publicó momentáneamente en sus redes sociales capturas de pantalla que incluían un “Aviso de intención”, relacionado con una demanda de marca registrada, antes de eliminarlas. Fuentes confiables como Blunt, Rolling Stone Australia y The PRP han informado sobre este conflicto legal, que parece centrarse en la oposición de Stringer a la propiedad de las marcas por parte del vocalista Joel Birch.
Declaraciones de Ambas Partes
La separación de Stringer de la banda no fue un proceso sencillo. En sus declaraciones, Stringer afirmó que había sido expulsado de The Amity Affliction. Por su parte, la banda publicó una extensa contradeclaración explicando que “la relación entre Ahren y la banda se ha roto por completo mientras él ha estado lidiando con elementos desafiantes de su vida personal”. Además, detallaron que consideraban “imposible seguir tolerando ciertos comportamientos” de Stringer.
Impacto en la Comunidad Musical
Este conflicto ha generado una considerable atención en la escena del heavy metal y ha dejado a muchos fanáticos y observadores pendientes de los próximos desarrollos. Hasta el momento, ni The Amity Affliction ni Ahren Stringer han hecho comentarios adicionales sobre la demanda pendiente. La situación está lejos de resolverse, y la batalla legal promete ser larga y complicada.
Posibles Consecuencias
La disputa legal entre Stringer y The Amity Affliction podría tener implicaciones significativas no solo para la banda, sino también para la propiedad intelectual en la industria musical. La resolución de este caso podría sentar un precedente para otros conflictos similares en el futuro.