Ozzy Osbourne, conocido como el “Príncipe de las Tinieblas”, es una de las figuras más emblemáticas del heavy metal. Su legado con Black Sabbath y su carrera como solista han dejado una huella imborrable en la historia de la música. Pero más allá de los escenarios y los discos de platino, Ozzy es un personaje lleno de anécdotas tan insólitas como fascinantes. Aquí te presentamos cinco detalles alucinantes que probablemente no conocías sobre él.
1. Su apodo nació como una burla
Aunque hoy “Ozzy” es un nombre legendario en el mundo del rock, en realidad comenzó como un apodo escolar. Sus compañeros de primaria lo llamaban así para burlarse de él, sin imaginar que ese mote se convertiría en una marca registrada del metal.
2. Se tatuó a sí mismo… ¡con una aguja y tinta de bolígrafo!
Antes de tener acceso a tatuadores profesionales, Ozzy se convirtió en su propio lienzo. Usando una aguja y tinta de bolígrafo, se tatuó las letras “OZZY” en los nudillos. Este acto de rebeldía adolescente se convirtió en uno de sus sellos personales.
3. El día que mordió la cabeza de un murciélago
Uno de los momentos más infames de su carrera ocurrió en 1982, cuando un fan lanzó un murciélago al escenario durante un concierto. Ozzy, pensando que era de goma, lo mordió… solo para descubrir que era real. El incidente lo obligó a recibir tratamiento contra la rabia y quedó grabado en la historia del rock como una de las escenas más bizarras jamás vistas.
4. Sobrevivió a un accidente casi fatal
En 2003, Ozzy sufrió un grave accidente con una cuatrimoto en su propiedad. El impacto fue tan fuerte que se rompió la clavícula, ocho costillas y una vértebra del cuello. Incluso dejó de respirar por un momento, pero fue reanimado por su guardaespaldas. Este evento marcó un antes y un después en su vida personal y profesional.
5. Su incursión en el cine que nunca fue
Pocos saben que Ozzy estuvo a punto de debutar en el cine. En los años 80, se le ofreció un papel en una película de terror, pero por diversas razones el proyecto no se concretó. Aunque nunca llegó a la pantalla grande como actor, su presencia en la cultura pop es innegable.
Ozzy Osbourne no solo es una leyenda del metal, sino también un personaje lleno de matices, locuras y momentos inolvidables. Su vida es un testimonio de excesos, supervivencia y autenticidad. Y si algo está claro, es que el mundo del rock no sería el mismo sin él.
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