El mundo del metal se ha visto sacudido por un nuevo escándalo, esta vez protagonizado por el baterista y cofundador de la banda Sadus, Jon Allen. Tras la filtración de impactantes imágenes y videos en línea, donde se le observa perpetrando un acto de violencia doméstica contra su pareja, Brandy Mae Collins, la banda ha tomado una drástica decisión: su despido inmediato.
Las imágenes, que rápidamente se viralizaron en redes sociales, muestran a Allen agrediendo físicamente a Collins mientras esta se encontraba conectada a una máquina de diálisis, lo que ha generado una ola de indignación y repudio entre los fans y la comunidad musical en general.
El vocalista y guitarrista de Sadus, Darren Travis, emitió un comunicado oficial a través de las redes sociales condenando enérgicamente las acciones de Allen y confirmando su separación de la banda.
Este lamentable suceso ha puesto en evidencia una vez más la importancia de denunciar y condenar cualquier tipo de violencia, especialmente cuando se ejerce contra las mujeres. La comunidad metalera, que históricamente se ha caracterizado por su espíritu rebelde y su defensa de los más débiles, no puede tolerar este tipo de comportamientos.