Cradle of Filth atraviesa un momento turbulento que va más allá de los escenarios. Un informe interno filtrado a Metal Stop revela problemas serios en la gestión de la banda, con bajos salarios y condiciones laborales cuestionables para su equipo técnico, mientras las recientes salidas de músicos clave como Zoë Marie Federoff y Marek “Ashok” Šmerda exponen un ambiente de trabajo complicado. Estas controversias han generado un revuelo en la comunidad del heavy metal, poniendo en duda la sostenibilidad de la banda en medio de su gira sudamericana “Screaming of the Americas”.
Problemas financieros detrás del escenario
Un testimonio anónimo de un técnico que cubrió un turno en un festival para uno de los ingenieros de sonido de Cradle of Filth destapó las dificultades económicas que enfrenta el equipo. Según el informe, el pago ofrecido fue de apenas 150 libras diarias, una cifra muy por debajo del estándar de la industria, que oscila entre 300 y 450 libras para un ingeniero de sonido con experiencia. El técnico también señaló la inexperiencia de algunos miembros del equipo, como el ingeniero de monitores, y el uso de equipo de baja calidad, lo que complica aún más las condiciones de trabajo.
El informe destaca un contraste evidente: mientras Dani Filth, líder de la banda, disfruta de un estilo de vida que incluye viajes lujosos, los técnicos y algunos músicos enfrentan contratos restrictivos que les impiden trabajar con otros proyectos. Estas cláusulas de exclusividad, combinadas con salarios insuficientes, generan un ambiente de frustración y descontento. El técnico anónimo expresó su preocupación por la falta de equidad, señalando que una banda con el renombre de Cradle of Filth debería garantizar mejores condiciones para su equipo.
Salidas polémicas y acusaciones de toxicidad
La controversia no se limita al equipo técnico. En las últimas semanas, Zoë Marie Federoff, extecladista y corista, y Marek “Ashok” Šmerda, guitarrista, abandonaron la banda en medio de acusaciones graves. Federoff describió un entorno laboral tóxico, con problemas como explotación financiera, gestión abusiva y un nivel de estrés que, según ella, contribuyó a un aborto espontáneo durante una gira. Su salida fue seguida por la de Šmerda, quien anunció su intención de dejar la banda tras la gira sudamericana, citando bajos salarios y un trato poco profesional por parte de la gerencia.
Sin embargo, Dani Filth confirmó que Šmerda no se fue por decisión propia, sino que fue despedido de inmediato, lo que intensificó la polémica. La banda, ahora con una formación temporal de un solo guitarrista, enfrenta el desafío de continuar su gira mientras busca reemplazos. Estas salidas han alimentado las críticas sobre la gestión interna de Cradle of Filth, con fans y medios cuestionando cómo una banda con más de tres décadas de trayectoria lidia con estas acusaciones.
La gira sudamericana bajo presión
A pesar de las tensiones, Cradle of Filth sigue adelante con su gira “Screaming of the Americas”. Los fans han notado la presencia de músicos de reemplazo y un ambiente menos cohesionado en los shows, pero la banda mantiene su compromiso de cumplir con las fechas programadas. Sin embargo, el informe interno y las recientes declaraciones de exmiembros sugieren que los problemas van más allá de lo que se ve en el escenario, afectando tanto a los músicos como al equipo técnico que hace posible cada presentación.




