El festival Off Limits celebró su edición donde como todos los años se congregaban los fans del hardcore, ska, punk y géneros similares con distorsión. En esta ocasión se cambia el Centro de Convenciones en Tlatelolco por la explanada del Salón Grand Forum, lo que significaba que el festival sería al aire libre.
Para ello los asistentes se empezaron a congregar en el recinto del sur de la cuidad, para ver mercancía, comprar sus primeras cervezas, en las cuales tenías un vaso que podías regresar al final del evento yo irse al frente para ver a las primeras bandas siempre en un ambiente que te hacía sentir bienvenido.
El lugar tenía un escenario gemelo, que al terminar una banda su presentación inmediatamente comenzaba el siguiente grupo en la lista lo cual agilizaba el evento que corrió sin mayores contratiempos.





En cuanto a las bandas, con una oferta tan amplia y diversa se logró mantener la atención del respetable. Dentro de las bandas más sobresalientes fueron Poison the Preacher, Death Before Dishonor, Weekend Nachos, Buck-O-Nine,T.S.O.L. Y el último acto de Hot Water Music; que a pesar de la lluvia que se hizo presente, mantuvo la adrenalina al tope para hacer mosh y Two Step que no paró por la lluvia.
Los fans que son asiduos al festival comentaron que era una edición “feliz”, al no tener bandas de metal extremo, grind o crust como en otras ediciones, que si bien al presenciar el resultado final, la ausencia de estos subgéneros no afectaron la experiencia en lo absoluto, se agradecería enormemente una banda con un sonido más brutal para continuar con la inclusión que hace famoso al Off Limits.
Entre cada riff y canción se sentía la descarga de adrenalina. Ya sea con riffs de thrash hardcore, la velocidad del punk o con la cadencia del ska podías sentir en el pecho el golpe de cada acorde lo que hacía moverte de manera inmediata.







Como ya se mencionó, empezó a llover en la tarde noche del evento, lo cual llegó a crear tumultos de gente en las zonas techadas, no obstante eso no creó algún inconveniente mayor a tener que pedir permiso para poder pasar, aunque se agradecería si en futuras ediciones modifican la distribución del venue si llegasen a repetir sede.
Tras varias horas de música, la sensación en el aire era de satisfacción. El nuevo recinto acogió de manera satisfactoria a los fans que a pesar de estar empapados en su mayoría habían presenciado uno de los festivales con mejor ambiente y logística refrendar su título, poniendo la vara alta para la próxima edición, que no dudamos vamos se podrá superar así mismo, ya sea en este recinto ubicado al sur de la Cuidad o donde nos lleve la distorsión.