Obesity se ha vuelto un referente del metal progresivo a nivel nacional e internacional. Con dos discos en su haber, Alfredo Ramírez, guitarrista y líder del proyecto ha logrado dar identidad a su proyecto tanto musicalmente con un metal progresivo instrumental obeso de alto nivel como en el mercadólogico en el que Ramírez es experto, esto gracias a su característico pato que los acompaña en el arte de la agrupación formada en 2018.
Alfredo converso con Heavy Mextal sobre el proceso de composición, la escena nacional vista desde los ojos de un mercadólogo y su presentación junto a la banda de metal sinfónico alemana Haggard, entre otros temas:
Heavy Mextal (HM): ¿Cómo describirías a Obesity?
Alfredo Ramírez (AR): Obesity es una banda de metal instrumental, agresiva pero también melódica. Es una propuesta que combina riffs pesados con secciones melódicas, y eso nos define bastante bien.
HM: Bandas de metal progresivo como Ágora, Anima Tempo y ustedes han logrado destacar tanto en México como en el extranjero. ¿A qué atribuyes el éxito de este subgénero en el país?
AR: Creo que todo nace de la pasión. Obesity surgió de una necesidad natural de hacer música original. Me encantaba la música instrumental y también el metal pesado. Empecé a experimentar con guitarras de siete y ocho cuerdas, bajando la afinación, y de ahí nació esta identidad agresiva pero también muy expresiva. Incluso el famoso pato que nos acompaña surgió así: siempre he tenido patos y me hacía gracia cómo ciertos patrones rítmicos me recordaban a su graznido. Conectó de forma muy orgánica con la gente, como las mascotas icónicas de algunas marcas. Así se volvió parte de nuestra imagen.
Desde el inicio, la banda fue pensada para tocar en vivo. Claro que hay videos y grabaciones, pero siempre quisimos sonar increíble en directo. Como somos una banda instrumental, el sonido es fundamental para transmitir lo que queremos. Obesity es un golpe de frente: riffs agresivos, melodía, técnica, todo con intención. Eso se lo debemos también a nuestros ingenieros de sonido, que son parte esencial del proyecto.
HM: Hablando de composición, ¿cómo ha evolucionado tu proceso desde que tocabas temas de Dream Theater hasta la actualidad?
AR: Ha sido un proceso natural. Yo no estudié música formalmente, pero toco desde los 13 años y aprendí mucho por mi cuenta, especialmente con recursos en internet. La pandemia marcó un cambio importante. Antes girábamos mucho, especialmente con nuestro disco Patrick, pero cuando todo se detuvo, comencé a experimentar más con la computadora, programando baterías, sintetizadores, grabando ideas.

Esa etapa nos llevó al sonido de Duck Invasion, nuestro último álbum. Fue un enfoque más introspectivo y técnico. También comencé a tocar una guitarra de nueve cuerdas, que me ayudó a mejorar mi postura y expandir mis ideas. Todo eso me inspiró y transformó la manera en que compongo.
HM: El progresivo a veces tiene la fama de ser “difícil” o muy técnico. ¿Crees que el virtuosismo está peleado con el sentimiento?
AR: Para nada. Hay guitarristas virtuosos que también son increíblemente expresivos. John Petrucci, por ejemplo, es técnico pero también transmite muchísimo. Lo importante es el equilibrio: demasiada técnica puede volverse abrumadora, tanto para quien toca como para quien escucha. Las secciones agresivas funcionan mejor si hay momentos de calma que las contrasten. La música necesita dinámicas, respiraciones.
HM: Van a compartir escenario con Haggard, una banda de metal sinfónico. ¿Cómo ves ese encuentro entre estilos?
AR: Estamos muy emocionados. Estamos preparando un show especial y un setlist que represente nuestras tres facetas: lo agresivo, lo melódico y lo técnico. Como no tenemos voz, nuestro sonido no encasilla en un solo subgénero, y eso nos permite conectar con distintos públicos. Hemos tocado en festivales de thrash, death, heavy, y en todos lados hemos tenido buena respuesta. Será un honor compartir con Haggard y estamos listos para dar un show poderoso.
HM: Para quienes aún no los conocen, ¿qué pueden esperar del show?
AR: Un show contundente. Vamos con un equipo técnico excelente, merch nueva, y un setlist que representa lo que es Obesity hoy. También vamos a presentar material de Duck Invasion. Será una experiencia muy intensa y cuidada tanto en lo musical como en lo visual.
HM: Desde tu formación como mercadólogo, ¿qué crees que necesita la escena nacional para crecer?
AR: Profesionalización. Hay bandas con gran talento, pero a veces se descuida lo visual, el sonido en vivo, o la forma de comunicar el proyecto. Tu banda es una marca y hay que tratarla como tal. Necesitamos cuidar la imagen, el sonido, la producción, todo. También hace falta una industria que respalde a las bandas, porque muchas veces los músicos tenemos que ser también managers, diseñadores, publicistas… Hay que saber un poco de todo para sacar adelante un proyecto musical en México.
HM: ¿Qué sigue para Obesity en 2025?
AR: Seguir sacando música. Queremos llevar Duck Invasion a más lugares, hacer giras, y al mismo tiempo ya estamos trabajando en nuevo material. También estamos planeando un tour importante este año. Nuestro objetivo es seguir compartiendo nuestra música lo más lejos posible.
HM: ¿Qué significa la música para ti?
AR: Es todo. Aunque también soy docente y doy clases de mercadotecnia y comunicación, mi día gira en torno a la música. Siempre estoy escuchando cosas nuevas, tocando, componiendo, o colaborando con amigos. Prefiero una tarde de jam con amigos a una fiesta. La música ocupa un 90% de mi vida, sin duda.
Obesity se presentará junto a Haggard este miércoles 22 de abril en la carpa del velódromo en un evento traído por Zepeda Bros.
