Slipknot es una de las bandas más reconocidas y controversiales del metal moderno. Con sus máscaras, sus nueve integrantes y una energía desbordante, el grupo redefinió el nu metal y lo llevó a terrenos extremos. Pero con el paso del tiempo, surge una pregunta inevitable: ¿está Slipknot sobrevalorada?
Una propuesta que rompió esquemas
La fuerza de Slipknot no solo reside en su imagen, sino en su sonido brutal y caótico. Canciones como “Wait and Bleed”, “Spit It Out” y “Surfacing” marcaron una generación que buscaba catarsis y rebeldía. Con álbumes como “Iowa”, “Vol. 3: (The Subliminal Verses)” y “We Are Not Your Kind”, la banda demostró que podía evolucionar sin perder su esencia.
Su mezcla de metal extremo, elementos industriales y letras cargadas de angustia conectó con millones de jóvenes en todo el mundo. Slipknot no solo llenó estadios: se convirtió en un símbolo de identidad para quienes se sentían al margen.
El debate sobre su impacto
A pesar de su éxito, Slipknot ha sido criticada por algunos sectores del metal más tradicional. Se les acusa de priorizar el espectáculo sobre la música, de repetir fórmulas y de depender demasiado de su estética para mantenerse relevantes. Incluso Corey Taylor, vocalista de la banda, ha declarado que “Wait and Bleed” es una de las canciones más sobrevaloradas de su catálogo.
Sin embargo, estas críticas no disminuyen el hecho de que Slipknot ha influido en decenas de bandas posteriores, ha mantenido una carrera sólida por más de dos décadas y ha sabido reinventarse sin perder su base de fans.
Conclusión: caos con propósito
Slipknot no está sobrevalorada. Está valorada por lo que representa: una explosión de furia, arte y autenticidad. Su música puede ser incómoda, ruidosa y visceral, pero también es honesta, poderosa y profundamente humana. Escuchar a Slipknot es aceptar que el metal también puede ser un grito colectivo de dolor y resistencia.
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