Tres de las fundadoras de la banda Dogma —Lilith, Lamia y Rusalka— han sido apartadas de la formación durante la reciente gira por América del Norte. A través de un comunicado conjunto, las guitarristas y la vocalista han señalado al manager de la banda como responsable de decisiones que, según ellas, han alterado el núcleo del proyecto.
La separación ocurrió en medio de shows programados, dejando a los seguidores con preguntas sobre la continuidad de la agrupación conocida por su estética de monjas rebeldes y letras que abordan temas de libertad y rechazo a las normas impuestas. Dogma, que debutó con un álbum homónimo en 2023, había ganado terreno en festivales como Wacken Open Air y Bangers Open Air, atrayendo a un público fiel a su mezcla de riffs potentes y teatralidad gótica.
El comunicado que expone las grietas internas
Las afectadas han hecho público su descontento en una declaración que detalla los problemas acumulados durante las giras. “Fuimos parte de Dogma. Amamos este proyecto, pero lo que hoy se está vendiendo no es Dogma”, inicia el texto, que acusa directamente al manager de actuar sin consulta.
Entre las quejas figuran promesas incumplidas y un manejo que prioriza el aspecto comercial sobre el artístico. “Durante las giras vimos decisiones unilaterales, promesas rotas, manipulación, maltrato y mentiras hacia los fans”, prosiguen. La vocalista Lilith, junto a las guitarristas Lamia y Rusalka, describen cómo el proyecto original se ha transformado en algo que ven como una mera marca, donde los integrantes son tratados como elementos intercambiables.
El comunicado no oculta su frustración con la figura que ahora dirige la banda: “La persona que ahora controla el proyecto es una amenaza para el futuro de Dogma y no es ni artista ni músico. Convirtió a una banda en una marca, y a las personas en piezas desechables. Traicionó a los artistas, a sus socios y a los fans”.
Implicaciones para fans y el futuro de Dogma
Este episodio llega en un momento clave para Dogma, con giras en curso y un catálogo que incluye covers como “Like a Prayer” de Madonna. Las exmiembros llaman a la acción de los seguidores, enfatizando que el poder reside en el público. “Dogma nació de la conexión, de la música, de las historias que compartimos contigo. Reemplazar a las personas sin honestidad no es lo que somos”, argumentan.
Además, instan a exigir transparencia y reembolsos por shows que no cumplieron expectativas. “No queremos ver a más fans engañados, gastando su dinero y su devoción en algo vacío. El verdadero Dogma está aquí, con quienes crearon esa conexión real. Pero el poder no está en nuestras manos. Está en las tuyas. Siempre lo ha estado”.
Sobre las redes oficiales, advierten: “Las redes sociales con el nombre ‘Official Dogma’ ya no representan a la verdadera banda ni lo que defendemos”. Finalmente, cierran con una nota de determinación: “Seguiremos adelante. La música, la creatividad y la verdad están de nuestro lado. Pusimos nuestras almas en este proyecto, y por eso pudieron conectar con nosotros. Ningún mánager puede controlar eso”.
Hasta el momento, no ha habido respuesta oficial de la banda o su gestión. En el circuito del metal, casos como este resaltan los desafíos de equilibrar arte y negocio, especialmente en proyectos con identidades tan marcadas como la de Dogma. Los fans esperan claridad, mientras las tres artistas prometen continuar su camino por separado.
Aquí el comunicado de DOGMA:
