Alice Cooper, conocido también como Vincent Furnier en su vida personal, emerge como una de las figuras centrales en la historia del rock teatral. Con más de cinco décadas de trayectoria y a sus 77 años, este artista estadounidense se mantiene activo, demostrando que su influencia perdura en la escena musical global. Su estilo, que fusionó elementos del cine de terror con la música, marcó un antes y un después en el universo del heavy metal y el rock teatral.
Orígenes y evolución de su estilo teatral
El impacto cultural de Alice Cooper no se dio por casualidad. Desde los inicios de su carrera, el músico desarrolló una propuesta escénica única. Inspirado por su pasión por las películas de terror, logró incorporar una estética oscura que resonó con generaciones de fanáticos y artistas. Cooper reveló que esta visión no fue resultado de una estrategia elaborada, sino que surgió de manera natural: “Era lo que hacíamos, y la verdad es que no teníamos ni idea. Simplemente sabíamos que nos gustaba, y funcionaba”.
Desde su niñez, el futuro icono del rock encontró fascinación en las narrativas cinematográficas que exploraban lo siniestro. Según el propio Cooper, las películas de terror no solo influían en su creatividad, sino que también formaban parte de su diversión personal: “De niño, disfrutaba de las películas de terror. Puede que fuera el único que se reía mientras las miraba, pero una película de terror es en realidad una comedia”.
Este enfoque, aunque atípico, impulsó su grupo musical a crear una identidad que excedía la música. Inicialmente, la banda aspiraba a emular a íconos del rock británico como The Yardbirds, pero sus inclinaciones teatrales terminaron imponiéndose.
La influencia sobre David Bowie, Kiss y Elton John
Alice Cooper se posicionó como una referencia para artistas que posteriormente definieron sus propias trayectorias en el mundo del rock teatral. Cooper compartió que David Bowie, incluso antes de ser una figura reconocida, asistía a sus conciertos y animaba a su banda a seguir ese modelo escénico. “Le decía a su banda que era lo que tenían que hacer”, explicó Cooper.
En el caso de Kiss, el vocalista estadounidense no solo se convirtió en un ejemplo, sino que también ofreció asesoría práctica para potenciar su imagen: “Les dijimos dónde comprar su maquillaje”. Esto refuerza el papel que Cooper jugó al romper las barreras entre la teatralidad y el éxito comercial en el mundo del rock.
Al observar las diferencias entre ellos, Cooper destacó que cada artista logró identificar y desarrollar un personaje teatral único: “Kiss lo hizo muy bien. Nos inspiraron. Eran los cuatro personajes de cómic. Bowie era el hombre del espacio. Yo era el fantasma de la ópera y Elton John era una especie de Liberace, solo que mejor”. Estas palabras reflejan cómo cada figura tomó elementos del espectáculo teatral y los adaptó a su estilo personal.
Escenarios sorprendentes en la carrera de Alice Cooper
A lo largo de su carrera, Alice Cooper no ha estado exento de momentos insólitos. Durante una presentación en el Estadio Three Rivers, la banda intentó ejecutar un truco donde Cooper sería lanzado desde un cañón gigante al escenario. Sin embargo, el dispositivo falló y el muñeco que simulaba ser el artista quedó a medio camino. El final de esta historia tomó un giro inesperado: “Al día siguiente vendimos el cañón a los Rolling Stones”, comentó entre risas.
El legado de Alice Cooper en el rock
La influencia de Alice Cooper continúa vigente, incluso cuando se cuestiona el papel de los músicos mayores en géneros como el rock and roll. Ante las declaraciones de Grace Slick, quien opinó que las personas mayores de 50 no deberían interpretar este estilo musical, Cooper defendió su postura: “Nos llaman los vitalicios, los heremos hasta que ya no podamos más”. Para él, el rock no es simplemente un género musical, sino una forma de vida que acompaña al artista mientras su cuerpo se lo permita.