El fútbol es un deporte que despierta pasiones, emociones y también curiosidades. Entre las muchas historias que se han escrito en los campos de juego, hay una que destaca por su originalidad y extravagancia: la de Darío Dubois, el futbolista argentino que se pintaba la cara como un músico de black metal.
¿Quién era Darío Dubois?
Darío Dubois nació en Buenos Aires en 1970 y desde pequeño mostró su afición por el fútbol y la música. Jugaba como defensa central en el Midland, un equipo de la tercera categoría del fútbol argentino. Pero Dubois no era un jugador común: era fanático de la banda estadounidense KISS y de la música black metal, un subgénero extremo del heavy metal caracterizado por su agresividad, sus letras satánicas y su estilo visual oscuro y siniestro.
Dubois decidió combinar sus dos pasiones y empezó a pintarse el rostro con un estilo de maquillaje llamado “corpse paint”, que consiste en cubrirse la cara con pintura blanca y negra para crear un aspecto cadavérico y terrorífico. Su objetivo era intimidar a sus rivales y homenajear a sus ídolos musicales, como los noruegos Mayhem o Burzum.
Dubois también era conocido por sus otras excentricidades, como usar gafas de sol en el banquillo, embarrarse la camiseta para protestar contra un patrocinador que le debía dinero y desnudarse en plena cancha para celebrar un triunfo.
¿Qué repercusión tuvo su actitud?
La actitud de Dubois no pasó desapercibida para los medios de comunicación, que lo apodaron “el Kiss del fútbol” o “el futbolista metalero”. Sus imágenes con la cara pintada se hicieron virales y llamaron la atención tanto de los aficionados al futbol como de los amantes del metal. Dubois se convirtió en un personaje mediático y polémico, admirado por unos y criticado por otros.
Sin embargo, su carrera deportiva no fue tan exitosa como su fama. Dubois jugó sólo 16 partidos con la cara pintada, ya que la Asociación del Fútbol Argentino (AFA) le prohibió seguir haciéndolo por considerarlo una falta de respeto al deporte. Además, una lesión de rodilla lo retiró del fútbol y se dedicó a trabajar como arreglista de bandas de rock.
¿Cómo terminó su historia?
La historia de Dubois tuvo un final trágico. En 2008, a los 38 años, fue asesinado tras recibir dos disparos en un asalto en su barrio. Le robaron el celular, la mochila y una bicicleta. Su muerte conmocionó al mundo del fútbol y del metal, que perdieron a uno de sus representantes más singulares.
Darío Dubois fue un futbolista que rompió los moldes y se atrevió a expresar su personalidad sin importarle el qué dirán. Su historia es una muestra de que el fútbol y la música pueden ser más que una simple diversión: pueden ser una forma de vida.