Ozzy Osbourne, el vocalista original de Black Sabbath, habló abiertamente sobre la muerte en las páginas de sus memorias póstumas, publicadas tras su fallecimiento el 22 de julio de 2025 a los 76 años. En ‘Last Rites’, el libro adelanta extractos en medios como The Times, donde se revela un Ozzy Osbourne en paz consigo mismo, después de una vida marcada por el rock y los excesos.
Solo semanas antes de su partida, Ozzy Osbourne ofreció su último concierto con Black Sabbath en el evento “Back to the Beginning”, rodeado de compañeros y amigos. En el libro, describe cómo la muerte se acercó gradualmente: “La muerte ha estado llamando a mi puerta durante los últimos seis años, cada vez más fuerte. En algún momento tendré que dejarla entrar. Lo curioso es que, cuando era más joven, me preocupaba más mi mortalidad”.
Un cierre sin remordimientos
En estas líneas finales, Ozzy Osbourne expresa una aceptación serena del final. “Es extraño. Te acercas al final, aquello que te ha dado miedo toda la vida, y de repente te sientes liberado. No es que esté preparado para irme, pero me ha ido bien. Creo que he dejado huella en el mundo. Y me alegro de no haberme ido antes, como tantos otros”.
El texto también aborda sus deseos prácticos para el entierro. Ozzy Osbourne rechaza la incineración: “Cuando llegue el final, no quiero que me incineren. Es como si nunca hubieras estado aquí. Solo eres un saco de polvo. Eso no es para mí. Quiero hacer crecer las flores”.
Temores personales y toques de humor
El miedo principal de Ozzy Osbourne en sus últimos años era perder a su esposa Sharon antes que él. “La única conversación que he tenido con Sharon fue cuando decidimos que queríamos ser enterrados juntos. También le he dicho a Sharon: “¡No te atrevas a irte antes que yo!”. Ahora mi mayor temor es que Sharon deje este mundo antes que yo. Si lo hace, yo no tardaré mucho en seguirla”.
Desmiente rumores sobre un pacto de eutanasia, algo que su hijo Jack también negó recientemente: “Eso es una tontería. Simplemente no queremos un final prolongado conectados a un respirador. Le he dicho a Sharon: “Si eso me pasa, por favor… desconéctame. O llévame a Suiza, dame un último sorbo de ese zumo feliz y despídeme como a un vikingo”.
El humor característico de Ozzy Osbourne aparece al especular sobre el más allá: “No tengo ni idea, pero ya no queda mucho, así que si esperáis un poco, quizá pueda perseguiros y daros la respuesta”. Para su lápida, sugiere una frase irónica, inspirada en un chiste de Spike Milligan: “En cuanto a lo que quiero que ponga en mi lápida, ese es uno de los temas que mi familia no me deja discutir bajo ningún concepto. Pero, entre tú y yo, estoy pensando en algo breve y conciso. “Te dije que no me encontraba bien” debería funcionar”.
Esta semana se estrenó el documental ‘Ozzy: No Escape From Now’, que cubre sus últimos años, el regreso a Inglaterra para el concierto final y detalles de su trayectoria en el heavy metal.