El nu metal marcó los años 90 con una mezcla de furia, experimentación y actitud que resonó en millones de jóvenes alrededor del mundo. Más allá de los riffs pesados y las letras viscerales, las portadas de los álbumes desempeñaron un papel crucial en la construcción de la identidad de este género. Estas imágenes no solo encapsularon el espíritu de las bandas, sino que también se convirtieron en emblemas visuales de una era definida por la rebeldía y la ruptura de convencionalismos. En este artículo, exploramos cinco portadas de discos de nu metal de los 90 que han trascendido el tiempo, destacando su diseño, simbolismo y legado cultural. Prepárate para un viaje al pasado que combina arte y metal en su forma más pura.
1. Korn – “Korn” (1994): La sombra que lo empezó todo
El álbum debut de Korn, lanzado el 11 de octubre de 1994, no solo introdujo al mundo el sonido crudo del nu metal, sino que también dejó una huella visual imborrable. La portada, diseñada por el artista gráfico Jay Papke, presenta a una niña pequeña sentada en un columpio, con su figura recortada contra un cielo azul claro. A su lado, una sombra alargada y distorsionada proyecta una presencia inquietante, sugiriendo amenaza sin mostrarla directamente. El título del álbum aparece en una tipografía irregular, como si hubiera sido escrito a mano por un niño, lo que refuerza el contraste entre inocencia y oscuridad.
Este diseño minimalista refleja las temáticas del disco, como el trauma infantil y la alienación, que Jonathan Davis volcó en canciones como “Clown” y “Faget”. La fotografía, tomada por Stephen Stickler, no recurre a excesos visuales, pero su simplicidad logra transmitir una sensación de incomodidad que aún hoy genera debate entre los fans. Según datos de la RIAA, el álbum ha vendido más de 4 millones de copias en Estados Unidos, y su portada sigue siendo un ícono reconocible al instante en la historia del metal alternativo.

2. Limp Bizkit – “Significant Other” (1999): El hombre de metal del fin de siglo
Cuando Limp Bizkit lanzó Significant Other el 22 de junio de 1999, el nu metal estaba en su apogeo, y la banda de Fred Durst buscaba destacar en un mercado saturado. La portada, creada por el guitarrista Wes Borland, quien también es un talentoso artista visual, muestra una figura humanoide de metal oxidado en un paisaje surrealista. El fondo combina tonos verdes y grises con una textura que evoca un mundo industrial en decadencia, mientras que el nombre del álbum y la banda aparece en una tipografía futurista.
Borland, conocido por su enfoque DIY (hazlo tú mismo), pintó la obra a mano, inspirándose en la estética cyberpunk y el arte callejero. Esta portada encapsula la mezcla de arrogancia y creatividad que definió a Limp Bizkit en temas como “Nookie” y “Break Stuff”. El disco vendió más de 7 millones de copias en Estados Unidos, según la RIAA, y su diseño se convirtió en un símbolo del nu metal mainstream. Años después, Borland reveló en entrevistas que buscaba “algo que se sintiera como el final de una era tecnológica”, una visión profética para el cambio de milenio.

3. Slipknot – “Slipknot” (1999): Nueve máscaras, un caos eterno
El 29 de junio de 1999, Slipknot irrumpió en la escena con su álbum debut homónimo, y su portada capturó la esencia de su propuesta: caos organizado. La imagen muestra a los nueve miembros de la banda, cada uno con su máscara distintiva, posando frente a un fondo rojo intenso que parece sangrar fuera del marco. La fotografía, tomada por Dean Karr, utiliza una iluminación cruda que resalta las texturas de las máscaras y los overoles, mientras que el logo tribal de la banda aparece garabateado en la parte inferior.
Este diseño no solo presentó al mundo la identidad visual de Slipknot, sino que también estableció un estándar para la teatralidad en el nu metal. Canciones como “Wait and Bleed” y “(sic)” encontraron en esta portada un reflejo de su agresividad y desorden. El álbum ha sido certificado doble platino en Estados Unidos, y la imagen de los “nueve de Iowa” sigue siendo un emblema para los fans, conocidos como “maggots”. El arte de Slipknot no solo vende discos; vende una experiencia visceral que trasciende generaciones.

4. Deftones – “Around the Fur” (1997): El misterio en blanco y negro
Deftones lanzó Around the Fur el 28 de octubre de 1997, y su portada marcó un contraste con la estética más agresiva de sus contemporáneos. La fotografía, obra de Rick Kosick, muestra a una mujer en bikini junto a una piscina, capturada en blanco y negro con un grano que le da un aire crudo y cinematográfico. El título del álbum y el nombre de la banda aparecen en una tipografía sencilla, casi como una nota al pie, dejando que la imagen hable por sí misma.
La elección de esta portada generó controversia entre los fans, quienes esperaban algo más acorde con la intensidad de temas como “My Own Summer (Shove It)” o “Be Quiet and Drive (Far Away)”. Sin embargo, Chino Moreno explicó en entrevistas posteriores que buscaban algo “real y humano”, alejado de los clichés del metal. El disco, certificado platino por la RIAA, consolidó a Deftones como una fuerza única en el nu metal, y su portada sigue siendo objeto de análisis por su simplicidad y ambigüedad. Es una obra que invita a mirar más allá de lo evidente.
![Around the Fur[Importado]: Amazon.com.mx: Música](https://m.media-amazon.com/images/I/81BbQMTakEL._UF1000,1000_QL80_.jpg)
5. Coal Chamber – “Coal Chamber” (1997): La muñeca rota del gothic metal
El 11 de febrero de 1997, Coal Chamber debutó con su álbum homónimo, y su portada trajo un toque gótico al nu metal. La imagen muestra una muñeca de porcelana con la cara rota, flotando sobre un fondo rojo oscuro que intensifica el contraste. El diseño, atribuido al artista Peter Darley Miller, utiliza una paleta limitada para crear una atmósfera sombría que complementa canciones como “Loco” y “Big Truck”. El nombre de la banda aparece en una tipografía angulosa que evoca el estilo industrial de la época.
Aunque Coal Chamber no alcanzó el éxito comercial de Korn o Limp Bizkit, su debut vendió más de 500,000 copias en Estados Unidos, según datos de SoundScan, y su portada se convirtió en un favorito de culto. La muñeca rota simboliza vulnerabilidad y fractura, temas recurrentes en las letras de Dez Fafara. Este arte captura la intersección entre el nu metal y el gothic rock, ofreciendo una perspectiva distinta dentro del género.

El legado visual del nu metal
Las portadas de estos cinco álbumes no son solo imágenes; son cápsulas del tiempo que reflejan la diversidad del nu metal en los 90. Desde el minimalismo perturbador de Korn hasta la teatralidad de Slipknot, pasando por la experimentación de Limp Bizkit, la introspección de Deftones y el toque gótico de Coal Chamber, cada diseño cuenta una historia. Estas obras, creadas en una era previa a la dominación digital, dependían de la fotografía, la pintura y la visión artística para conectar con los fans.
Hoy, en 2025, el nu metal vive un resurgimiento entre nuevas generaciones que redescubren estos discos en vinilo, plataformas de streaming y redes sociales. Las portadas, optimizadas para sobresalir en un mercado físico, ahora compiten en buscadores como Google con palabras clave como “nu metal 90s”, “portadas icónicas” o “álbumes clásicos”. Su impacto perdura porque no solo vendieron música, sino una identidad. ¿Cuál de estas portadas te marcó más? La conversación sigue abierta en la comunidad metalera.