Las 5 PEORES canciones de Linkin Park › Heavy Mextal
mié. Abr 30th, 2025

Linkin Park no es una banda que haya transitado su carrera sin pisar algunos charcos. Desde su debut en el 2000 con Hybrid Theory, un disco que prácticamente redefinió el nu-metal para una generación, hasta su última entrega con One More Light en 2017, el sexteto californiano ha jugado con sonidos, texturas y expectativas como quien tira dados en una mesa tambaleante.

Pero no todos los lanzamientos han aterrizado bien. Entre fans que se aferran al rugido primal de los primeros años y críticos que miden cada paso con lupa, hay canciones que han quedado marcadas como tropiezos, no por falta de esfuerzo, sino por no conectar con lo que la banda supo construir. Este artículo desmenuza cinco temas que, según el pulso de la comunidad y el análisis de quienes siguen el metal de cerca, se quedan cortos en la discografía de Linkin Park.

1. “Heavy” (One More Light, 2017)

Cuando One More Light salió al ruedo, “Heavy” fue la carta de presentación, y para muchos, un balde de agua fría. El giro hacia un pop electrónico, con la voz de Kiiara flotando en la mezcla, dejó a los seguidores del Linkin Park más visceral con la guardia baja. No es que la canción carezca de peso emocional —la letra de Chester Bennington destila una fragilidad cruda—, pero su pulso ligero y su producción pulida chocaron contra el ADN de una banda conocida por guitarras que cortan y gritos que perforan. En foros como Reddit y reseñas de la época, los fans lo dejaron claro: esto no era un experimento audaz, sino un desvío que olía a concesión comercial. La revista Kerrang! apuntó en su análisis del álbum que el tema, aunque honesto, no encontraba su lugar en la identidad sonora del grupo.

2. “Burning in the Skies” (A Thousand Suns, 2010)

A Thousand Suns es un álbum que divide aguas: para unos, una obra conceptual arriesgada; para otros, un paso en falso hacia lo abstracto. En medio de esa tormenta de sintetizadores y reflexiones apocalípticas, “Burning in the Skies” se siente como un pasajero perdido. Su tempo pausado y su melodía suave no tienen el gancho de “The Catalyst” ni la tensión de “Blackout”, y eso la deja flotando en un limbo. Los fans que esperaban un golpe al mentón se encontraron con un susurro que no termina de arrancar. En retrospectiva, publicaciones especializadas como Metal Hammer han señalado que, aunque el disco tiene sus defensores, este corte rara vez aparece en las listas de imprescindibles.

3. “Until It’s Gone” (The Hunting Party, 2014)

The Hunting Party llegó en 2014 como un rugido de regreso al rock crudo, un intento de sacudirse el polvo de los experimentos electrónicos previos. Pero “Until It’s Gone” se cuela como un interludio que no termina de encajar. Es una balada que apuesta por la introspección, con una guitarra que suena más contenida que desafiante. Para un disco que prometía puños en alto, este tema se queda en un rincón, mirando al suelo. Los comentarios en plataformas como Loudwire reflejan una reacción tibia: no es mala, pero tampoco aporta al fuego que el álbum quería avivar. Frente a cortes como “Guilty All the Same”, simplemente palidece.

4. “War” (The Hunting Party, 2014)

Corta, directa y con un aire punk, “War” tiene energía de sobra, pero le falta carne en los huesos. Con menos de dos minutos, se siente más como un esbozo que como una canción completa. En un álbum que buscaba recuperar la agresividad de antaño, este track promete un asalto sonoro que no termina de concretarse. Los fans en redes sociales han apuntado que, aunque la intención es clara, la ejecución se queda a medio camino, como si la banda hubiera soltado el lápiz antes de terminar el dibujo. Comparada con la furia controlada de “A Line in the Sand” del mismo disco, “War” suena más a ruido que a declaración.

5. “Hands Held High” (Minutes to Midnight, 2007)

Minutes to Midnight marcó un quiebre en la carrera de Linkin Park, y “Hands Held High” es uno de sus experimentos más polarizantes. Con Mike Shinoda rapeando sobre un beat minimalista y un coro gospel, la canción busca un mensaje político claro —la guerra, la desigualdad, el descontento—, pero su tono solemne y su ritmo casi estático no terminan de cuajar con la intensidad que los fans asociaban a la banda. En reseñas de la época, como las de Alternative Press, se reconoció el esfuerzo lírico, pero se cuestionó si el formato era el adecuado para un grupo que solía canalizar su furia en riffs y estribillos explosivos. Es un tema que divide: algunos lo ven como un riesgo valiente; otros, como un desvío que no encuentra su centro.

El veredicto de la calle y la crítica

Estas canciones no son fracasos rotundos —Linkin Park rara vez ha entregado algo sin pulso—, pero sí son puntos donde el paso de la banda tambaleó. Los cambios de dirección, ya sea hacia el pop, la experimentación o la contención, no siempre han resonado con una audiencia que creció con la rabia de “Crawling” o la catarsis de “Numb”. Datos como las bajas reproducciones relativas en plataformas como Spotify (donde “Heavy” tiene menos tracción que otros sencillos de su era) o las discusiones recurrentes en comunidades de metal respaldan esta selección. Al final, lo que queda claro es que Linkin Park ha sido una banda dispuesta a jugar con el fuego, y estas cinco canciones son las quemaduras que no todos están dispuestos a perdonar.

By Marco Antonio de Jesús Escobedo Palma

Dir. de SEO de Heavy Mextal/ Periodista con más de 10 años de experiencia, experto en metal y especialista SEO ./ Contacto: [email protected]/ Facebook:https://www.facebook.com/marco.escobedo.52206

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