Cómo Korn inventó el nu-metal con su debut en 1994 › Heavy Mextal
mié. Abr 30th, 2025
Korn

Cuando Korn salió al mundo el 11 de octubre de 1994, no había un manual para el nu-metal. No existía el término, ni la fórmula, ni las legiones de fans con cadenas y gorras al revés. Pero este disco homónimo, grabado en un estudio de mala muerte en Bakersfield, California, puso la primera piedra de un género que dominaría la escena a finales de los 90. Con siete cuerdas, groove pesado y una rabia que no pedía permiso, Korn no solo debutó; inventó algo que el metal no sabía que necesitaba.

La banda —Jonathan Davis, James “Munky” Shaffer, Reginald “Fieldy” Arvizu, Brian “Head” Welch y David Silveria— venía de tocar en garajes y bares bajo nombres como L.A.P.D. antes de firmar con Epic Records en 1993. Entraron al Indigo Ranch Studios con el productor Ross Robinson, un tipo que entendía el caos emocional que querían vomitar. El resultado fue un álbum de 12 temas que mezclaba riffs downtuned, líneas de bajo slap y letras que cortaban como navajas. “Blind”, el opener, arranca con un “¿Estás listo?” que aún resuena en los huesos, seguido por un riff de Munky que suena como si alguien hubiera arrojado una guitarra por las escaleras.

No fue un éxito instantáneo. Korn vendió unas 10,000 copias en su primera semana, según SoundScan (reportado por Billboard, octubre 1994), lejos de los números de Metallica o Slayer. Pero el boca a boca y las giras incansables lo cambiaron todo. En 1995, abrieron para Ozzy Osbourne y Danzig, y para 1996, el disco ya había superado las 760,000 copias en EE.UU., camino a las 2 millones que lleva hoy, según la RIAA, que le dio doble platino en 1999. No era solo música; era un sonido que atrapaba a los que estaban hartos del grunge y el thrash técnico.

Lo que Korn trajo no tenía precedentes. Las guitarras de siete cuerdas, afinadas más abajo que el infierno (inspiradas por Steve Vai pero llevadas a otro nivel), le dieron al metal un peso nuevo, más crudo que melódico. Fieldy hacía sonar su bajo como si fuera un arma percusiva, algo que él mismo explicó en una entrevista con Guitar World en 1997: “Quería que cortara, que se sintiera en el pecho”. Y luego estaba Davis, gritando y llorando sobre abusos, bullying y dolor personal en temas como “Faget” y “Daddy”. Este último, grabado en una toma en vivo con llanto real (confirmado por Robinson en Revolver, 2002), no era teatro; era un alma desollada.

El impacto se sintió rápido. Bandas como Limp Bizkit y Deftones, que ya rondaban la escena, tomaron notas. Fred Durst, de hecho, conoció a Korn en 1995 y les debe su contrato con Interscope, según cuenta en su biografía en Rolling Stone (1999). El nu-metal explotó poco después, con Life Is Peachy (1996) y Follow the Leader (1998) de Korn liderando ventas masivas —el último vendió 5 millones en EE.UU., per RIAA—. Pero todo empezó con ese debut. Incluso los puristas del metal, que lo odiaban por su falta de solos y su aire “comercial”, no podían ignorarlo.

En 1994, Korn no solo lanzó un disco; plantó una bandera. Tomaron influencias de Faith No More y Primus, las retorcieron con su propio veneno y crearon un género que hablaba a los marginados. Como dijo Davis en Kerrang! (1996): “No queríamos sonar como nadie más, solo queríamos sacar lo que llevábamos dentro”. Y lo hicieron. El nu-metal nació ahí, en Bakersfield, y el resto es historia ruidosa.

By Marco Antonio de Jesús Escobedo Palma

Dir. de SEO de Heavy Mextal/ Periodista con más de 10 años de experiencia, experto en metal y especialista SEO ./ Contacto: [email protected]/ Facebook:https://www.facebook.com/marco.escobedo.52206

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