jue. Oct 10th, 2024
THE NUMBER OF DE BEST

El último libro de la Biblia, conocido como Revelación o Apocalipsis, está lleno de simbolismos y metáforas que se deben descifrar para encontrar la salvación por medio de las advertencias del texto, pero sabiendo discernir para evitar malinterpretar el mensaje.

Curiosamente, Iron Maiden enfrentó un tema similar al escribir con tinta indeleble un nuevo capítulo en la Biblia del heavy metal, hablamos de su tercer disco, el mundialmente aclamado “The Number of the Beast”.

Este álbum fue grabado a finales de 1981 y principios de 1982, viendo la luz el 22 de marzo de ese mismo año.

Se trata de un disco conformado por un conjunto de decisiones acertadas y situaciones extrañas que formaron la tormenta perfecta, siendo más importante la salida de Paul Di’Anno debido a su problema con las adicciones para enrolar al vocalista de Samson, Bruce Dickinson.

Su dinamismo en el escenario y su rango vocal, mucho más amplio que el de Di’Anno, abrió un mundo de posibilidades para la banda que acertadamente utilizó a su favor para refinar su sonido, inclinándolo hacia un heavy metal cercano al de Rainbow, pero con esteroides.

De esta forma, la banda encabezada por el bajista Steve Harris dejó de lado el sucio punk callejero de sus primeras dos grabaciones: “Iron Maiden” y “Killers”.

¿Cómo arranca “The Number of the Beast”?

“The Number of the Beast” arranca con Invaders, un tema que deja ver a una banda que evidentemente está probando un nuevo estilo, pero inmediatamente muestra que se está despidiendo de su pasado punketo y revela su nuevo y filoso sonido.

En este momento Harris y compañía ya no miran atrás, pues temas como Children of the Damned, The prisioner y 22 Acacia Avenue dejan claro que la bestia se ha desatado por sus propios bríos y no volverá a ser encadenada.

Al comenzar el lado B llega un momento clave donde Maiden nos recuerda un texto bíblico referente a la marca de la bestia, lo que da pie a una de las piezas más icónicas del metal y la música contemporánea en general, la canción que da título al disco.

El ataque continúa con otra canción con estatus de clásico: Run to the Hills, para después bajar las pulsaciones con Gangland (la qué tal vez sea la canción menos épica del disco) y cerrar de manera perfecta con el monólogo de un hombre que tiene los días contados: Hallowed be thy Name.

Ésta última canción tiene riffs poderosos junto a una batería que va subiendo de intensidad conforme avanza hacia un final que deja la sensación de haber escuchado algo fuera de este plano existencial.

“The Number of the Beast”, cuan pasaje bíblico, sigue siendo citado hasta el día de hoy, y sus enseñanzas musicales continúan siendo predicadas por Iron Maiden en cada concierto, e interpretadas por jóvenes de todo el mundo que buscan interpretar el Apocalipsis.

By Yussel Barrera

Jefe de información de Heavy Mextal/ Músico semiretirado de la escena under de Iztapalapa; dejé la guitarra para tomar la pluma y trazar historias en lugar de un solo./ Contacto: [email protected]/ Facebook: https://www.facebook.com/tizzn

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