El mundo del rock perdió a una de sus figuras más icónicas este 16 de octubre de 2025: Ace Frehley, conocido como “The Spaceman”, falleció a los 74 años en Morristown, Nueva Jersey, tras complicaciones derivadas de una hemorragia cerebral causada por una caída en su estudio de grabación. Como miembro fundador y guitarrista original de KISS, Frehley no solo definió el sonido de una de las bandas más influyentes del hard rock, sino que dejó un legado imborrable en la música y la cultura pop. Pero, ¿quién era realmente Ace Frehley? A continuación, exploramos su vida, su impacto y su huella en el rock.
Orígenes: El chico del Bronx que soñaba con las estrellas
Paul Daniel Frehley nació el 27 de abril de 1951 en el Bronx, Nueva York, en el seno de una familia trabajadora. Desde niño, mostró una pasión desbordante por la música, influenciado por el rock and roll de los 60 y artistas como Jimi Hendrix, Led Zeppelin y The Rolling Stones. A los 13 años, ya tocaba la guitarra en bandas locales, y su carisma le valió el apodo “Ace” por su éxito con las citas en la escuela secundaria.
Crecer en un barrio duro no fue fácil, pero la guitarra se convirtió en su escape. Tras pasar por varias bandas, su vida cambió en 1973 cuando respondió a un anuncio en el periódico Village Voice. Ese anuncio lo llevó a conocer a Gene Simmons, Paul Stanley y Peter Criss, con quienes fundaría KISS, una banda que revolucionaría el rock con su combinación de música potente, maquillaje teatral y espectáculos llenos de pirotecnia.
El nacimiento de “The Spaceman”
Ace Frehley no solo aportó riffs memorables a KISS, sino que creó una de las personalidades más reconocibles del rock: The Spaceman. Con su maquillaje plateado, botas altas y una guitarra Gibson Les Paul que parecía disparar humo, Frehley se convirtió en un ícono visual. Su personaje, inspirado en su amor por la ciencia ficción, era el alma eléctrica de los shows en vivo de KISS, que incluían explosiones, sangre falsa y acrobacias.
Musicalmente, Ace fue clave en el sonido de los primeros álbumes de KISS, como Kiss (1974), Dressed to Kill (1975) y Destroyer (1976). Canciones como “Cold Gin”, “Shock Me” (inspirada en un accidente en el escenario donde casi muere electrocutado) y el himno “Rock and Roll All Nite” llevan su sello. Además, su versión de “New York Groove” (1978) se convirtió en un éxito solista que aún resuena en los estadios.
Luchas personales y salida de KISS
A pesar de su talento, la vida de Frehley no estuvo exenta de desafíos. Durante los años 70 y 80, luchó contra adicciones al alcohol y las drogas, lo que generó tensiones con sus compañeros de KISS. En 1982, tras el lanzamiento de Creatures of the Night, Ace abandonó la banda, cansado de las diferencias creativas y personales con Simmons y Stanley.
Sin embargo, su espíritu resiliente lo llevó a formar Frehley’s Comet en 1984, un proyecto que demostró su capacidad para brillar en solitario. El álbum debut de la banda, con canciones como “Rock Soldiers” y “Into the Night”, alcanzó el puesto #2 en las listas de Billboard. A lo largo de los años, Ace lanzó discos solistas aclamados, como Anomaly (2009) y 10,000 Volts (2024), este último elogiado por su energía cruda a los 73 años.
El regreso a KISS y el reconocimiento eterno
En 1996, Frehley regresó a KISS para la histórica gira de reunión tras el éxito de su especial en MTV Unplugged. Con el maquillaje de Spaceman nuevamente en su rostro, recorrió el mundo junto a la formación original, revitalizando el legado de la banda. Sin embargo, las viejas tensiones resurgieron, y en 2002 dejó KISS definitivamente, siendo reemplazado por Tommy Thayer.
En 2014, KISS fue inducido al Rock and Roll Hall of Fame, un reconocimiento al impacto de Frehley y sus compañeros. Tom Morello, al presentar a la banda, describió a Ace como “el corazón eléctrico de KISS”, destacando su influencia en generaciones de guitarristas. Desde Metallica hasta Pearl Jam, innumerables artistas han citado a Frehley como inspiración por su estilo visceral y su habilidad para crear riffs pegajosos.
Un legado que trasciende el maquillaje
Ace Frehley no solo fue un músico talentoso, sino un símbolo de autenticidad. Su autobiografía, No Regrets: A Rock ‘N’ Roll Memoir (2011), revela a un hombre que enfrentó sus demonios y salió fortalecido. Sobrio desde los 90, dedicó sus últimos años a crear música, estar con su familia (especialmente su hija Monique) y conectar con sus fans, a quienes siempre agradeció su lealtad.
Despidiendo al Spaceman
La muerte de Ace Frehley deja un vacío en el rock, pero su legado es inmortal. Desde los escenarios llenos de fuego hasta los riffs que hicieron temblar estadios, el Spaceman vivirá en cada acorde de “Detroit Rock City” y cada solo de “Shock Me”. Como dijo una vez: “Mis fans son los mejores del mundo. Siempre han estado ahí, en los altibajos”. Hoy, esos fans despiden a un héroe del rock que, como su alter ego, siempre pareció venir de otra galaxia.
Descansa en paz, Ace Frehley. Tu música seguirá resonando por siempre.
