El pasado primero de febrero Ozzy Osbourne sorprendió al mundo al anunciar su retiro de los escenarios por motivos de salud. Un mes después, suelta tajante: “No me estoy muriendo, carajo”. De esta forma se abre una ligera posibilidad de que el fin aún no haya llegado el fin del “Príncipe de las Tinieblas”.
La decisión, privó a sus seguidores de presenciar la última fase de su gira llamada “No More Tours”, la cual comenzaría con otra leyenda del metal: Judas Priest.
Días después de tomar la decisión Ozzy se dejó ver en público, luciendo sumamente mermado; sin embargo, no había emitido palabra alguna hasta su más reciente capítulo de ‘Ozzy speaks’, donde el ex cantante de Black Sabbah habló de su estado de salud, asegurando que trabaja arduamente para recuperarse por completo.
Mi voz de cantante está bien. Sin embargo, después de tres operaciones, tratamientos con células madre e interminables sesiones de fisioterapia mi cuerpo sigue estando físicamente débil,,, Pero francamente la prensa me está volviendo loco, vi cosas en las revistas como ‘Ozzy está en sus últimas’. ¡No me estoy muriendo, carajo!”, dijo de forma categórica el cantante de metal que recientemente ganó dos Grammys.
No obstante, se sinceró Ozzy con el conductor Billy Morrison, si ahora alguien le pidiera salir de gira en un mes, lo más seguro es que no podría decir que sí.
En este sentido resaltó que lo único que lo ha hecho salir adelante durante todos estos años es grabar discos; sin embargo, no es algo que pueda hacer todo el tiempo, por lo que necesita salir de gira. Sin embargo, llegó un momento en el que Sharon, su esposa, le hizo ver que no era posible que siguiera organizando tour y cancelándolos de último momento debido a su estado de salud.