En el panteón del rock, hay dioses, héroes y leyendas, pero sólo uno puede ser el “metalero definitivo”. Según la voz autorizada de Ozzy Osbourne, ese título pertenece a Lemmy Kilmister, el inmortal líder de Motorhead. Con una carrera que desafió las convenciones y definió el género, Lemmy no solo vivió el rock, sino que lo encarnó en cada aspecto de su vida.
Un Icono que Trasciende el Tiempo
Lemmy no es sólo un nombre en la historia del metal; es una fuerza que sigue resonando en la cultura del rock. Su estilo de vida era la personificación del blues, la velocidad y las cervezas de malta, una trinidad sagrada para los puristas del metal. Ozzy, quien recientemente celebró su segunda inducción al Salón de la Fama del Rock & Roll, no duda en proclamar que Motorhead merece su lugar en este templo de inmortales.
La Verdad Sin Filtros de Lemmy
La franqueza de Lemmy era legendaria. No importaba quién fueras, siempre te diría la cruda verdad. Si una canción no era de su agrado, no tenía reparos en calificarla como “una mierda”. Esa honestidad brutal es parte de lo que lo convierte en una figura tan respetada y extrañada en el mundo del metal.
El Legado de Motorhead
A pesar de ser elegibles para el Salón de la Fama desde 2003, Motorhead ha sido nominado solo una vez, en 2020. La influencia de la banda y su líder es incuestionable, y su ausencia en el Salón de la Fama es un vacío que muchos, incluido Ozzy, sienten que debe llenarse.
Foreigner y Otros Grandes del Rock
Ozzy también compartió sus pensamientos sobre otros artistas recientemente seleccionados para el Salón de la Fama. Aunque expresó su felicidad por la inclusión de Foreigner, no ocultó su escepticismo sobre la alineación actual de la banda, refiriéndose a ella como “una banda de versiones”. Además, reconoció el talento de Cher y Mary J. Blige y defendió la nominación de Mariah Carey.