Ésta fue la primera banda de metal extremo de Colombia › Heavy Mextal
mié. Abr 30th, 2025

En los rincones más ásperos de Medellín, cuando los primeros años de la década de 1980 apenas despuntaban, el metal empezaba a surgir como un rugido que respondía al desorden que envolvía a Colombia. En medio de un país sacudido por la violencia de los cárteles y las tensiones de una sociedad en ebullición, un puñado de jóvenes decidió transformar ese torbellino en algo tangible: acordes rasposos y alaridos que parecían brotar desde lo más hondo. Ese grupo llevaba el nombre de Parabellum, y al revisar la historia, se alza como la primera banda de metal extremo que este país vio nacer.

No hay focos ni multitudes en los inicios de esta historia. El metal extremo colombiano arrancó en espacios improvisados, entre cintas grabadas con esfuerzo y una escena subterránea que apenas comenzaba a definirse. Parabellum no solo puso la primera piedra en ese camino; sembró una idea que cruzaría fronteras, llegando a resonar en las frías tierras de Noruega, donde el black metal tomaría forma años más tarde. Este artículo se sumerge en quiénes fueron estos pioneros, cómo emergieron y por qué su eco sigue vibrando entre quienes rastrean las raíces del género.

Los orígenes de Parabellum: un grito desde Medellín

Era 1983 cuando Parabellum empezó a tomar forma en Medellín, una ciudad que por entonces vivía bajo el peso de un conflicto que marcaba cada esquina. Algunos relatos sugieren que sus primeras notas pudieron sonar ya en 1981, pero la mayoría de las fuentes apuntan a 1983 como el año en que el proyecto se solidificó. Sus integrantes —Victor Raúl Jaramillo, Carlos Mario Pérez y John Jairo Sánchez, entre otros— no contaban con estudios de grabación ni equipos modernos. Lo que tenían era una necesidad cruda de plasmar algo que las palabras no alcanzaban a decir.

El entorno no era un detalle menor. Medellín estaba atrapada en la dinámica del Cartel de Pablo Escobar, y la violencia era parte del aire que se respiraba. Esa realidad se coló en la música de Parabellum, dando vida a un sonido que no buscaba encajar en moldes ni agradar a las masas. Lo llaman “ultra metal”, una etiqueta que resume su propuesta: guitarras que cortan como filos oxidados, baterías que aporrean sin pausa y voces que suenan más a un lamento visceral que a una melodía. Canciones como “Engendro 666” o “Madre Muerta” eran retratos sonoros de una época que muchos preferían mirar de lejos.

El sonido que dio forma al metal extremo colombiano

Hablar de Parabellum es hablar de un estilo que se adelantó a su momento. Hay quienes sostienen que esta banda estuvo entre las primeras en el mundo en tantear lo que después se conocería como black metal. Su música no seguía las pautas del heavy metal clásico que bandas como Iron Maiden o Judas Priest habían llevado a millones. Aquí no había estribillos para tararear ni solos pensados para el lucimiento. Lo que ofrecían era un muro de ruido desordenado, casi espontáneo, que rompía con cualquier idea preconcebida.

El “ultra metal” que definieron mezclaba thrash y death metal en su estado más primitivo, con una sombra oscura que anticipaba lo que vendría del black metal escandinavo. Se dice que Øystein “Euronymous” Aarseth, figura central de Mayhem y del black metal noruego, tenía en su posesión grabaciones de Parabellum, lo que apunta a que ese sonido atravesó el Atlántico y dejó una marca en una escena que explotaría tiempo después. En Colombia, sin embargo, las barreras eran evidentes: sin sellos discográficos ni recursos, sus primeras grabaciones oficiales no llegaron hasta 1987, con demos como Sacrilegio y Mutación por Radiación.

Parabellum y Kraken: el debate sobre el inicio

Cuando se trata de señalar la primera banda de metal en Colombia, el nombre de Parabellum suele chocar con el de Kraken, otro ícono nacido en Medellín. Kraken, que arrancó en 1984, llevó el heavy metal a un terreno más amplio, con un estilo que combinaba hard rock y letras cargadas de poesía, impulsadas por la voz de Elkin Ramírez. Pero mientras Kraken construía un sonido más pulido y accesible, Parabellum se zambullía en lo extremo, lo que los distingue tanto en el tiempo como en la intención.

Si nos guiamos por los años, Parabellum lleva la delantera. Su formación en 1983, o incluso antes si tomamos en cuenta las menciones de 1981, los pone un paso adelante. Sin embargo, la falta de documentación clara sobre esos primeros años alimenta la discusión. Hay quienes dicen que Parabellum tocaba un “prototipo de metal” desde 1981, pero sin registros concretos hasta más tarde. Kraken, por otro lado, tiene una historia más trazable desde su debut en 1984. La diferencia está en el enfoque: Parabellum marca el arranque del metal extremo, mientras que Kraken abre la puerta al heavy metal tradicional.

El legado de Parabellum: una chispa que no se apagó

El alcance de Parabellum no se mide en ventas ni en giras internacionales, sino en la semilla que plantaron. En Colombia, su existencia allanó el camino para bandas como Reencarnación y Masacre, que recogieron el espíritu del ultra metal y lo llevaron más lejos en los 80 y 90. Más allá de las fronteras, su influencia tocó Noruega, donde el black metal encontró en esas grabaciones un reflejo de lo que buscaba: un sonido sin pulir, directo desde las entrañas. No solo Euronymous tomó nota; fanzines europeos de la época empezaron a señalar a Parabellum como un tesoro oculto del underground sudamericano.

Pero su trayectoria tuvo sus límites. En la Colombia de los 80, la falta de infraestructura frenó su expansión. Las grabaciones eran caseras, compartidas en cintas que se gastaban con cada uso. Su etapa activa fue breve, disolviéndose hacia finales de la década, aunque dejaron demos que hoy son reliquias para los coleccionistas. En 2004 intentaron volver con algunos shows en vivo, pero no lograron recuperar el impulso de sus inicios.

Por qué Parabellum sigue siendo relevante

En un panorama donde el metal extremo ha mutado hacia producciones más elaboradas y subgéneros definidos, escuchar a Parabellum es como abrir una cápsula del tiempo. Su música no está hecha para agradar; es un rugido crudo que atrapa un instante único de la historia colombiana. Para quienes siguen el género, sus canciones son una ventana a los orígenes del black metal antes de que tuviera un nombre, y a cómo un grupo de Medellín pudo dialogar con una escena lejana sin proponérselo.

La escena metalera colombiana le debe mucho a estos precursores. Sin Parabellum, el terreno para bandas como Masacre o Eshtadur habría sido más árido. Su legado no está en vitrinas ni en charts, sino en los archivos del underground, en las charlas de quienes saben que el metal extremo no nació solo en el norte de Europa. Si buscas el kilómetro cero del género en Colombia, Parabellum es el lugar donde todo comienza, un nombre que pide ser sacado de las sombras.

Datos clave para los curiosos

  • Formación: 1983 (con posibles raíces en 1981).
  • Ciudad: Medellín, Antioquia.
  • Estilo: Ultra metal, precursor del black metal.
  • Demos destacados: Sacrilegio (1987), Mutación por Radiación (1987).
  • Influencia: Bandas noruegas como Mayhem y la escena colombiana de los 80.

Un eco del pasado que no se desvanece

Poner a Parabellum en el centro como la primera banda de metal extremo de Colombia no es solo un repaso histórico; es una puerta para explorar una escena que se levantó contra todo pronóstico. En un país donde el metal ha florecido desde los bordes, esta banda señala el inicio de una tradición que sigue viva en festivales como Rock al Parque y en las giras de nuevas generaciones por el mundo. Si te llama el metal extremo, sus grabaciones —difíciles de hallar pero accesibles en plataformas como YouTube— te llevan directo a ese Medellín de los 80, donde el género dio sus primeros pasos.

Parabellum no solo fue el comienzo; fue el disparo inicial de una corriente que aún resuena en el metal colombiano y global. Su historia, aunque fragmentada por la falta de registros, es un recordatorio de cómo la música puede surgir de los lugares menos esperados y dejar una marca que trasciende el tiempo.

By Yussel Barrera

Jefe de información de Heavy Mextal/ Músico semiretirado de la escena under de Iztapalapa; dejé la guitarra para tomar la pluma y trazar historias en lugar de un solo./ Contacto: [email protected]/ Facebook: https://www.facebook.com/tizzn

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