La noche del sábado pasado La Mezcalli parecía un agujero negro en lo más profundo de Mordor, repleto de orcos con playeras negras y cabellos largos, sedientos de violencia sonora que los alimentara para lanzarse a la guerra. Se preparaban para ser arrastrados por la tormenta musical de Ash Nazg Bùrz: los uruk-hai del black metal mexicano.
La atmósfera era opresiva como las tierras desoladas del Señor Oscuro. La horda congregada para el ritual parecía haberse liberado de las cadenas de su cautiverio, mientras sus ojos brillaban con una mezcla de devoción y ansias de destrucción, esperando el despertar de la tempestad sonora, que llegó con la brutalidad de Tumultum, una banda mexicana de death/black metal que con sólo tres integrantes hizo retumbar el foro y los oídos de los presentes.
A su black metal poderoso y opresivo siguió el de Black Blasphemy, un cuarteto que emana maldad pura pero al mismo tiempo virtuosismo, lo que quedó más que demostrado con su cover al clásico de la legendaria Darkthrone: Transilvanian Hunger. Un momento que llenó de éxtasis y dejó listo el terreno para la cólera de Ash Nazg Bùrz.
Desde el primer momento, como si hubieran emergido de las mismísimas entrañas de Mordor, acordes bestiales y líricas en la lengua negra de Tolkien desataron una tempestad infernal
El sonido bestial de la banda envolvió a la audiencia en una vorágine de crueldad y oscuridad. Las voces guturales, los riffs violentos y los ritmos demoledores producto de una amalgama perfecta entre los integrantes crearon una atmósfera infernal que parecía emular una batalla colérica en las entrañas de la Tierra Media.
Cada canción era un hechizo maldito, entonado en la lengua negra de Tolkien, que evocaba imágenes de brujería, guerra, esclavitud, fuego y oscuridad.
El público, entregado por completo a la furia desatada, se convirtió en una legión de orcos listos para la batalla. Sus cabezas se agitaban al ritmo de la música, y sus puños se alzaban en señal de adoración a la oscuridad encarnada por Ash Nazg Bùrz.
La comunión entre banda y seguidores se transformó en una sinfonía caótica y salvaje, donde la brutalidad sonora se fusionaba con la pasión desenfrenada.
La oscuridad llegará a Europa
El concierto del sábado, organizado por Hellfire Productions, fue una ceremonia oscura que sirvió para ofrecer energía de Ash Nazg Bùrz, pues durante la segunda mitad de julio emprenderá una gira europea que no sólo servirá para impregnar de oscuridad a Alemania, Bélgica y Suiza, sino también para presentar en el viejo continente su más reciente álbum “Úr Gar Noun In Ir Cofn” (Concreto Récords, 2022) y demostrar el poder del black metal mexicano.
Fotos: Johanna Malcher