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miércoles, noviembre 19, 2025
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    Corona Capital celebró 15 años a lo grande: Deftones, Foo Fighters y Linkin Park, lo mejor

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    Tres días.
    Más de 240 mil almas.
    Un impresionante huracán de guitarras, glitter, sudor, lágrimas, Dr. Simis voladores, miches, activaciones de todo tipo con decenas de marcas, y La Costeña con sus chiles que te hacen llorar más que una rola de Aurora. Así… El Corona Capital cumplió 15 años y lo celebró como solo México sabe: dándolo todo.

    Desde aquel 2010 cuando Pixies e Interpol cabían en un solo día, hasta este 2025 donde Foo Fighters, Deftones y un Linkin Park renacido llenaron tres días con 80 mil personas promedio por jornada y una derrama económica de 730 millones de pesos, según la Cámara Nacional de Comercio, Servicios y Turismo de la CDMX… el Corona creció y se convirtió en el festival más importante de México, sino en uno de los mejores del continente americano.

    Y este año, además, Corona cumplió 100 años. Y lo festejó con nosotros. Con rueda de la fortuna, piano bar, túnel de cerveza rápida, latas edición especial y un Hospitality donde hasta los metaleros terminaron sentados tomando Corona Cero viendo el escenario principal como si fueran señores.

    Fue un abrazo gigante a nuestra adolescencia, a nuestros demonios y a esa energía única que tenemos los mexicanos cuando la música nos prende el alma.

    Día 1 – Viernes 14: El rock clásico nos dio una cachetada de himnos

    Entramos y ya se sentía: playeras negras, camisetas de bandas, chelas en mano y un sol que te cocinaba vivo. Pero nadie se quejaba. Todos sabíamos qué veníamos a recibir.

    Jet abrió el escenario principal y México los recibió como si lleváramos 20 años esperándolos (y llevábamos). “Are You Gonna Be My Girl” sonó y el Autódromo entero se convirtió en un karaoke gigante. La beatlesca “Look What You’ve Done” calmó un segundo el ambiente antes de volver a explotar con el cover de “It’s a Long Way to the Top” de AC/DC, que fue un guiño perfecto a los que traíamos el corazón roquero.. Debut soñado.

    Linda Perry y sus 4 Non Blondes nos regresaron a los 90 con “What’s Up” y de repente hasta los chavitos de 20 estaban cantando como si hubieran vivido los 90, mientras que Kaiser Chiefs puso el toque británico con “Ruby” y “I Predict a Riot”.

    Shirley Manson salió con Garbage y su melena roja flameando como bandera de guerra. “Only Happy When It Rains”, “Stupid Girl”, “Cherry Lips”… y el venue oliendo a perfume caro y actitud. La reina punk se redimió de la cancelación pasada y nos dio un show que dolió rico.

    Franz Ferdinand llegó elegante pero letal. “Take Me Out” partió el aire en dos, literalmente. El riff cayó y 78 mil personas brincaron al mismo tiempo. Terremoto.

    Queens of the Stone Age fue un viaje al desierto. Josh Homme, dios del stoner, soltó “No One Knows” y el polvo del Autódromo se levantó como niebla. “Make It wit Chu” con guiño a los Rolling Stones, “Go with the Flow”, “A Song for the Dead”, que desató el infierno con un mosh, pese a que estos estaban “prohibidos en el festival” … puro desierto sonoro.

    Y luego Foo Fighters.
    Dave Grohl salió como si el escenario fuera su casa. Celebraban 30 años de banda y era su primera vez en México sin Taylor Hawkins. Josh Freese (ex NIN) en la batería apaleando como poseído. La badna abrió con “All My Life” y poco a poco fueron cayendo todos los himnos: “The Pretender”, “My Hero”, “Learn to Fly”, “This is a Call”, “Best of You”… y tributos, el primero a Lemmy (Ace of Spades) para demostrar la vena metlera que tiene Grohl y luego a The Clash (London Calling).
    Cuando sonó “Everlong” el cielo ya estaba oscuro y los celulares encendidos parecían estrellas. Todos cantando, muchos llorando. Catarsis total.
    El Día 1 fue una cachetada de rock noventero y dosmilero clásico.

    Día 2 – Sábado 15: Poder femenino, glitter, llanto y Aurora rompiéndonos el alma

    Si el viernes fue testosterona, el sábado fue ovarios al 100.

    Jehnny Beth salió como si el mundo le debiera algo. Las lonas de la entrada del Autódromo Hermanos Rodríguez decían “PROHIBIDO MOSHING”, pero a los pocos minutos de iniciado el recital de la francesa ya había circle pit. “Army of Me” de Björk en cover fue el momento donde hasta los de seguridad brincaban. 45 minutos de furia elegante que dejaron playeras rotas y sonrisas de incredulidad.

    Aurora fue el momento más hermoso y político del festival. Cerraba gira mundial y casi lloró desde la primera canción. Dedicó “Murder Song” a las mujeres desaparecidas en México y el silencio fue tan pesado que dolió. “Runaway” a Palestina y pueblos indígenas. “The Seed” a la lucha y a las protestas del día. Recibió Dr. Simi (recordó su primero en Corona 2019), muñeca lele otomí, se quitó las mangas del traje y las lanzó. Y cuando pedimos “Taco Barato”… se rió, se secó las lágrimas y cantó la versión mexa a capella. El Autódromo entero lloró y rio al mismo tiempo. Sanación colectiva.

    Brittany Howard y Alabama Shakes trajeron soul sureño que pegó como miel caliente. Chappell Roan cerró con glitter, camp y un “¡Hola, buenas noches!” aprendido en Duolingo que nos conquistó a todos. “HOT TO GO!”, “Good Luck, Babe!”, “Barracuda”, “Pink Pony Club”… 75 mil personas bailando, banderas arcoíris y confeti.

    El sábado fue poder femenino puro. Y México le respondió con todo.

    Día 3 – Domingo 16: El día que el Corona se puso playera negra

    El domingo el Autódromo amaneció invadido por playeras negras. Kadavar abrió la jornda metalera con stoner alemán que parecía de medianoche. Luego Jerry Cantrell salió y demostró por qué es un mestro… y “Rooster” nos destrozó. AFI revivió el emo 2005 con Davey Havok girando como poseído. Weezer puso el respiro feliz antes del apocalipsis.

    Deftones fue el mejor show del festival. Punto.
    Chino Moreno salió y el aire se cargó. “My Mind Is a Mountain” nunca tocada en México, “Be Quiet and Drive”, “My Own Summer”, “Rocket Skates”, “Sextape” (para los románticos), “Genesis”, “Rosemary”, “Hole In the Earth”, “Change)… y remate brutal con “Engine No. 9” → “7 Words”. El mosh fue terremoto. Polvo hasta el cielo. Playeras rotas. Zapatos perdidos.
    Deftones no vino a tocar. Vino a arrasar. Y arrasó.

    Y luego Linkin Park.
    Cuenta regresiva. Luces apagadas. 80 mil personas conteniendo la respiración.
    “Somewhere I Belong”. Corrimos desde Deftones. Emily Armstrong salió con presencia que no pide permiso. Los guturales de “Lying From You” provocaron de todo: aplausos y lágrimas. Mike Shinoda en español: “¡Viva México, cabrones!”. Máscaras de luchador, Dr. Simi volador, gorrito del público, “In the End” con todo el mundo llorando.
    No fue el set más icónico (menos Hybrid Theory que en enero), pero parece que fue honesto, están intentando seguir adelante sin la pesada sombra de Chester Bennington, su icónico vocalista que nos dejó hace ya algunos ayeres. Y México les dijo “aquí estamos con ustedes”.

    Este año Corona cumplió 100 años y nos lo hizo saber en cada rincón.
    Rueda de la fortuna con vista de rey, Piano Bar donde escuchabas “Everlong” en versión balada y se te ponía la piel chinita, túnel cerveza rápida que salvó vidas, Hospitality con sombra y sillones, latas edición especial que ya todos tenemos en el refri como reliquia, photobooths, juegos de feria y más. Fue más que un festival. Fue una experiencia.

    Al final hasta el más trve cantó “Everlong”, lloró con “In the End” y se tomó la selfie en la rueda.

    Porque en el Corona Capital 2025… todos nos rendimos.
    Y lo hicimos felices.

    Quince años.
    240 mil personas.
    Un festival que ya es parte de nuestro ADN.

    Nos vemos en el 2026.
    El hambre sigue intacta.

    Y Corona, gracias por estos 100 años de darnos el Extra.
    Este fin de semana supimos a México entero. También, gracias a Ocesa por las facilidades para la cobertura.

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