3 documentales que cuentan tragedias de grandes bandas › Heavy Mextal
dom. Abr 20th, 2025

El heavy metal no solo se define por riffs demoledores y voces que desafían los límites humanos, sino también por las historias detrás de sus protagonistas. En un género donde la pasión y el sacrificio van de la mano, algunos documentales han capturado el lado más crudo y humano de bandas que, a pesar de su talento, enfrentaron destinos marcados por la tragedia. Este artículo explora tres producciones esenciales: Anvil! The Story of Anvil, Last Days Here y Death by Metal. Cada una ofrece una ventana a las luchas internas, los reveses del destino y la persistencia de quienes viven por el metal, optimizando su narrativa para quienes buscan entender las raíces profundas de este movimiento musical.

Anvil! The Story of Anvil: El peso del sueño inalcanzable

El heavy metal de los años 80 fue un terreno fértil para bandas como Anvil, un grupo canadiense que con su álbum Metal on Metal (1982) dejó huella en el género. Steve “Lips” Kudlow y Robb Reiner, amigos desde la adolescencia, construyeron un sonido que inspiró a gigantes como Metallica y Slayer. Sin embargo, mientras sus contemporáneos escalaban al estrellato, Anvil quedó atrapado en un limbo de promesas rotas y giras fallidas. El documental Anvil! The Story of Anvil (2008), dirigido por Sacha Gervasi, plasma esta paradoja con un enfoque íntimo y sin filtros.

La cinta comienza en 2006, cuando Lips y Robb, ya en sus cincuentas, enfrentan una realidad lejos de los reflectores. Lips reparte comida escolar en Toronto y Robb trabaja en la construcción, pero ambos se aferran a su banda. El filme sigue una gira europea caótica: trenes perdidos, venues casi vacíos y organizadores ineptos. Una escena icónica muestra a Lips discutiendo con un promotor en un bar de Praga por unos pocos dólares, un reflejo de la lucha diaria que define su existencia. A pesar de esto, graban This Is Thirteen, su decimotercer álbum, en un esfuerzo por mantenerse a flote.

La narrativa encuentra su clímax en Japón, durante el festival Loud Park de 2006. Tras años de puertas cerradas, Anvil toca ante miles de fans, un momento que Gervasi captura con maestría. Según el libro Anvil: The Story of Anvil (escrito por Kudlow y Reiner con Gervasi), el documental no solo documentó su vida, sino que la transformó: tras su estreno en Sundance, la banda ganó nuevo reconocimiento, tocando en escenarios como el Download Festival. Este relato no es solo sobre el fracaso, sino sobre la tenacidad de quienes se niegan a soltar el micrófono, un tema que resuena con cualquier seguidor del metal que busque documentales sobre bandas olvidadas.

Last Days Here: El abismo personal de un pionero del doom

Pentagram, una banda estadounidense fundada en los años 70, es un nombre de culto en el doom metal. Su líder, Bobby Liebling, llevó su visión oscura a canciones como “Relentlessly” y “Sign of the Wolf”, influyendo en el género antes de que el término “doom” siquiera existiera. Sin embargo, su legado quedó opacado por una vida marcada por la adicción. Last Days Here (2011), dirigido por Don Argott y Demian Fenton, expone esta dualidad con un retrato visceral que no esquiva las sombras.

El documental arranca en Germantown, Maryland, donde Liebling, de 50 años, vive en el sótano de sus padres. Las imágenes iniciales lo muestran demacrado, consumido por años de abuso de drogas, desde heroína hasta crack. Su voz, antes un arma poderosa en el escenario, ahora suena frágil mientras relata su caída. La cinta abarca cuatro años de su vida, guiada por Sean “Pellet” Pelletier, un fan que se convierte en su salvador improvisado. Pelletier lo empuja a rehabilitarse, a retomar Pentagram y a enfrentar un mundo que lo había dado por perdido.

Un momento clave ocurre cuando Liebling, tras una recaída, se sincera ante la cámara: “No sé cómo sigo vivo”. Esa confesión, registrada en el filme, encapsula su lucha. Aunque logra grabar nueva música y tocar en vivo —como en el Maryland Deathfest de 2010—, el final no es un triunfo absoluto. Liebling se estabiliza lo suficiente para seguir, pero su fragilidad persiste. Según entrevistas de la época con los directores, el proceso de filmación fue un catalizador para su parcial recuperación, aunque la cinta deja preguntas abiertas sobre su futuro. Para quienes buscan documentales de heavy metal con historias trágicas, esta obra es un viaje al borde del abismo, donde la música es tanto refugio como condena.

Death by Metal: El legado cortado por la enfermedad

Chuck Schuldiner no solo fundó Death, sino que redefinió el death metal con discos como Scream Bloody Gore (1987) y Human (1991). Su genialidad lo convirtió en un ícono, pero su vida terminó abruptamente a los 34 años. Death by Metal (2016), dirigido por Felipe Belalcázar, narra esta trayectoria desde sus inicios en Florida hasta su batalla final contra un tumor cerebral, ofreciendo un testimonio conmovedor sobre el costo de la innovación.

El documental traza los primeros días de Schuldiner en Altamonte Springs, donde formó Death a los 16 años. Con una mezcla de entrevistas a familiares, amigos y excompañeros como Gene Hoglan y Steve DiGiorgio, la cinta detalla cómo evolucionó desde el metal crudo hasta un estilo técnico y progresivo. Sin embargo, la historia da un giro en 1999, cuando le diagnostican un glioma pontino, un cáncer raro y agresivo. Las imágenes de archivo muestran a un Schuldiner debilitado pero determinado, grabando The Fragile Art of Existence con Control Denied, su proyecto paralelo, mientras lucha por su vida.

La cinta incluye testimonios de su hermana Beth Schuldiner, quien recuerda cómo la familia agotó sus recursos para costear tratamientos experimentales. A pesar de una breve remisión, Chuck falleció el 13 de diciembre de 2001. El libro Choosing Death de Albert Mudrian corrobora que su muerte dejó un vacío en el género, pero también un legado eterno: Death sigue siendo referencia obligada en el death metal. Este documental es una pieza clave para quienes exploran tragedias en el heavy metal, combinando la grandeza musical con el peso de una pérdida irreparable.

Por qué estos documentales importan al heavy metal

Estas tres producciones —Anvil! The Story of Anvil, Last Days Here y Death by Metal— no solo cuentan historias de bandas, sino que reflejan las complejidades del heavy metal como cultura. Anvil muestra la lucha contra la indiferencia de la industria, Pentagram expone las batallas internas que pueden destruir a un artista y Death recuerda que incluso los genios enfrentan destinos implacables. Juntas, forman un tríptico que cualquier fan del género debería ver para entender que detrás de los amplificadores y las letras hay vidas marcadas por el sacrificio.

By Yussel Barrera

Jefe de información de Heavy Mextal/ Músico semiretirado de la escena under de Iztapalapa; dejé la guitarra para tomar la pluma y trazar historias en lugar de un solo./ Contacto: [email protected]/ Facebook: https://www.facebook.com/tizzn

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