En los últimos días, la venta exclusiva de boletos para conciertos y eventos en México ha generado polémica. La empresa Ticketmaster México, en conjunto con Citibanamex, ha organizado una inédita venta de entradas destinada exclusivamente a los tarjetahabientes de dicha entidad bancaria. Sin embargo, este método de selección ha sido señalado por la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco) como un acto de discriminación.
Ricardo Sheffield Padilla, titular de la Profeco, ha manifestado su preocupación ante este tipo de prácticas. Según él, limitar la venta de boletos a un grupo específico de personas, como los tarjetahabientes, constituye una falta grave al derecho humano del consumo y a las reglas del libre comercio que deben prevalecer en el mercado. Sheffield ha anunciado que ya están tomando medidas legales contra Ticketmaster y que se preparan para hacer lo mismo con Superboletos, otra empresa que utiliza un esquema similar.
Buscan proteger al consumidor
Aunque hasta el momento no se han presentado quejas formales ante la Profeco por esta venta exclusiva de entradas, las inconformidades no se han limitado a esta dependencia. La Comisión de Economía, Comercio y Competitividad de la Cámara de Diputados aprobó un dictamen que busca reformar diversos artículos de la Ley Federal de Protección al Consumidor. Entre las medidas propuestas se encuentra garantizar la entrada a cualquier consumidor con boleto válido, evitar sobreventas y establecer protocolos de prevención y denuncia contra la reventa no autorizada de boletos.
Las preventas exclusivas benefician a un reducido sector de tarjetahabientes en México. Citibanamex cuenta con aproximadamente 12.7 millones de usuarios en su banca de consumo, mientras que Santander tiene alrededor de 19.6 millones de clientes a principios de 2023. Estos son los únicos que, en teoría, podrían acceder a las preventas de artistas internacionales de renombre.
¿Discriminación o libre comercio?
El debate sobre la venta exclusiva de boletos se encuentra en curso. Por un lado, se argumenta que estas acciones generan discriminación y vulneran los derechos de los consumidores. Por otro lado, se plantea que las empresas tienen la libertad de establecer estrategias de mercado que beneficien a ciertos grupos, como los tarjetahabientes, como una forma de incentivar la fidelidad y promover alianzas comerciales.
En conclusión, la venta exclusiva de boletos para tarjetahabientes en México ha generado un debate sobre la discriminación y los derechos del consumidor. Mientras las autoridades y organismos reguladores analizan el tema, es importante considerar los diferentes puntos de vista y buscar soluciones que equilibren los intereses de las empresas y los derechos de los consumidores.