Pentagram en Monterrey: una ceremonia oscura y siniestra › Heavy Mextal
vie. Abr 18th, 2025

Texto: Mauricio Méndez //

Fotografías: Rubén Darío Pérez //

El pasado 15 de marzo de 2025, Monterrey se convirtió en el escenario de uno de los eventos más inesperados del año: la legendaria banda Pentagram, pionera del doom metal junto a gigantes como Black Sabbath, tomó por asalto el escenario principal del Café Iguana.

Pero la noche no solo estuvo marcada por la presencia de Pentagram; también tuvimos el placer de ver a 3 Wheeler Band como acto de apertura, una banda que no se quedó atrás y supo calentar motores para lo que sería el plato fuerte de la velada.

A las 8:03 p.m., 3 Wheeler Band salió al escenario con toda la energía. Aunque no era la banda más popular entre los asistentes, su música demostró ser más que suficiente para animar al público, que poco a poco se dejó llevar por su ritmo. La conexión fue inmediata y el entusiasmo creció a cada canción, generando un ambiente que solo intensificó la emoción de la audiencia.

Tras finalizar su set, la banda tuvo un gesto especial con los fans al regalar tres copias de su más reciente álbum a los más rápidos en atraparlos. Con riffs poderosos y pegajosos, 3 Wheeler Band fue sin duda una excelente elección para abrir la noche.

La ceremonia abisal: mentiras para ustedes, mentiras para nosotros

Ahora sí, llegaba el momento que todos esperaban. Se apagaron las luces, la multitud enloqueció y los gritos de emoción estallaron. A las 8:57 p.m., el telón se abrió y la ceremonia comenzó.

Pentagram arrancó su set con “Live Again”, dejando claro desde el primer acorde que no venían a jugar. El sonido llenó por completo el recinto, mientras la multitud saltaba y coreaba al unísono. Con una letra cargada de anhelo por un nuevo comienzo, de redención y desafíos, esta canción fue la introducción perfecta a la noche.

Le siguió “Starlady”, un clásico interpretado con maestría, donde Tony Reed en la guitarra nos transportó en el tiempo con un solo impecable. Sin duda, una adición invaluable al setlist.

En los últimos años, Pentagram ha ganado notoriedad en redes sociales debido a la enigmática mirada de Bobby Liebling en el escenario, algo de lo que la banda es consciente. Con la llegada de “The Ghoul”, la atmósfera se tornó aún más oscura, dejando tras de sí una estela de misticismo y caos. Esta canción, convertida en un culto entre los fanáticos, fue coreada con una intensidad que reflejaba la fascinación del público, incluyendo a aquellos que recién descubrían a la banda.

Una evolución sin perder la esencia

Es impresionante ver cómo ha evolucionado el sonido de Pentagram desde Relentless (1993) hasta Lightning in a Bottle (2025), sin perder su esencia.

Con su más reciente álbum en mente, la banda presentó “I Spoke to Death”, un tema que desató una oleada de headbanging colectivo, sumiendo el recinto en un frenesí de energía. Luego llegó “When the Screams Come”, un himno del doom metal que nos llevó a un viaje por el dolor y el sufrimiento, emociones inevitables en la vida. A pesar de su trasfondo melancólico, fue uno de los momentos más disfrutables de la noche.

Entonces sonó “Sign of the Wolf”, introducida con un aullido de Bobby, lo que provocó una explosión de júbilo en la audiencia. La ejecución fue impecable: Tony Reed con su técnica magistral, Scooter y Henry manteniendo el ritmo con una precisión brutal.

A continuación, la banda interpretó “Might Just Wanna Be Your Fool”, uno de sus temas más recientes. Aunque aún no es tan conocido, supo mantener el nivel de emoción entre los asistentes.

El espectáculo continuó con “Review Your Choices”, precedida por un mensaje de Bobby sobre la importancia de tomar buenas decisiones en la vida. La interpretación fue impecable y dejó una huella imborrable en la audiencia.

Luego llegó “Solve the Puzzle”, otro tema de su nuevo álbum, que demostró estar a la altura de sus clásicos. La ovación no cesaba y Tony Reed volvió a reafirmar su talento, acompañado de una base rítmica impecable.

El clímax de la noche llegó con “Thundercrest”, una tormenta sonora que sacudió al público, y “Walk with the Sociopath”, una pieza con la esencia más pura del doom metal. Su ritmo lento y pesado creó una atmósfera macabra, con la audiencia moviéndose como si estuviera poseída por una fuerza oscura. Parecía ser el cierre del set… ¿o no?

Encore: el ritual final

Cuando creíamos que todo había terminado, los gritos y porras del público lograron lo impensable: Pentagram volvió al escenario.

Para cerrar con broche de oro, interpretaron “Forever My Queen”, una de las favoritas de los fanáticos, y “20 Buck Spin”, un himno infaltable. El Café Iguana se convirtió en un mar de voces coreando al unísono, en un ritual final de comunión con la banda.

Pentagram es y seguirá siendo una banda legendaria. La pasión de Bobby Liebling y sus compañeros es innegable, y Monterrey fue testigo de un momento histórico que quedará grabado en la memoria de todos los asistentes.

A las 9:57 p.m., Pentagram concluyó su ceremonia oscura, dejándonos con una satisfacción que difícilmente se desvanecerá.

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