Luego de 30 años, Clutch debutó en la Ciudad de México › Heavy Mextal
lun. Mar 24th, 2025

El aire vibraba con la electricidad de la anticipación. Los corazones de los fanáticos latían al ritmo de los riffs contundentes que resonaban en el Foro 28 de la Ciudad de México. Era una noche que se había hecho esperar durante más de tres décadas, y finalmente, los dioses del rock habían sonreído a la capital mexicana. Clutch, la legendaria banda de Maryland, Estados Unidos, aterrizó en la ciudad con la fuerza de un huracán y la pasión de quienes saben que están haciendo historia.


Tim Sult, el guitarrista y cofundador de Clutch, lo expresó con franqueza en una entrevista reciente a HEAVY MEXTAL: “Si queríamos hacerlo nosotros mismos, simplemente íbamos a tener que estar y no parar nunca”. Y así lo hicieron. Más de 30 años de carrera, sin cambios en la alineación original, sin pausas, sin descanso. La música era su vida, y la Ciudad de México estaba a punto de experimentarla en carne propia.


La noche comenzó sin preámbulos. Sin acto de apertura, Clutch irrumpió en el escenario con “The Mob Goes Wild”. El rugido de la multitud fue ensordecedor. Los acordes de la guitarra de Tim Sult se entrelazaron con la batería de Jean-Paul Gaster y el bajo de Dan Maines, que al mezclarse con la voz del mítico Neil Fallon se creó una sinfonía de rock crudo y visceral. Era como si el tiempo se hubiera detenido, y todos los presentes estuvieran atrapados en un torbellino de sonido y energía.


Los clásicos se sucedieron: “Earth Rocker”, “A Quick Death in Texas”, “Sucker for the Witch”. Cada canción era un puñetazo directo al corazón, una oda a la autenticidad y la pasión. Los fans coreaban las letras con fervor, como si estuvieran liberando sus propias almas a través de la música. Y entonces llegó “The Regulator”. La sala se incendió. Las guitarras rugieron, y el público se convirtió en una marea de cuerpos saltando al unísono. Era una joya largamente esperada, y Clutch la entregó con una intensidad que dejó a todos sin aliento.


Así terminó el concierto, pero aún quedaba una sorpresa. Como un regalo de los dioses del rock, Clutch regresó para entregar una mágica interpretación de “Electric Worry”, su más grande clásico, para posteriormente cerrar la noche definitivamente con un cover de Creedence Clearwater Revival: “Fortunate Son”. Las palabras de John Fogerty resonaron en el Foro 28, y la multitud se unió en un coro poderoso. Era un tributo a los padres del rock arenoso, una reverencia a quienes habían allanado el camino para bandas como Clutch.


Y así, con el sudor en la frente y el corazón en la garganta, Clutch se despidió. dejando una gloriosa primera vez en la Ciudad de México, y los fanáticos sabían que habían sido testigos de algo especial. Una noche de rock y fuego, una noche que se grabaría en la memoria colectiva. Porque cuando Clutch toca, el mundo se detiene, y solo queda la música, cruda, honesta y eterna.

By Braulio Carbajal

CEO-Editor de Heavy Mextal/ Periodista de economía, pero con alma de metal. "If there's a new way, i'll be the first in line..."/ Contacto: [email protected] o [email protected]/ Facebook: https://www.facebook.com/braulio.carbajalbucio

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