El death metal nació como una explosión de brutalidad y técnica en los años 80, y desde entonces, cuatro nombres se consolidaron como los verdaderos titanes del género: Death, Morbid Angel, Cannibal Corpse y Obituary. Cada uno definió su propio camino, aportando estilos únicos que aún resuenan en miles de colecciones alrededor del mundo.
Si eres amante del vinilo y del death metal en su estado más puro, estos son los álbumes imprescindibles para tener en tu estantería.
1. Death – Symbolic (1995)
Aunque Leprosy y Human también son esenciales, Symbolic representa el punto más alto en la evolución musical de Chuck Schuldiner. Aquí, la brutalidad se encuentra con la progresividad, con riffs complejos, solos melódicos y una producción impecable. En vinilo, este disco suena simplemente monumental.
Además, las primeras ediciones en vinilo son altamente valoradas por los coleccionistas debido a su escasez y arte gráfico detallado. Tener Symbolic en formato grande es como tener una obra de arte técnica y sonora.
2. Morbid Angel – Altars of Madness (1989)
Este debut no solo revolucionó el death metal, sino que prácticamente inventó un nuevo lenguaje dentro del género. La mezcla de velocidad, oscuridad y técnica que Trey Azagthoth y compañía lograron sigue siendo insuperable para muchos.
El vinilo original de Altars of Madness es una joya buscada en todo el mundo, especialmente las ediciones bajo Earache Records. La portada, caótica y simbólica, cobra una nueva dimensión en gran formato, convirtiéndose en un elemento central en cualquier colección seria de metal extremo.
3. Cannibal Corpse – The Bleeding (1994)
Con Chris Barnes aún en la voz y una producción más clara, The Bleeding es quizás el disco más accesible —dentro de lo brutal— de Cannibal Corpse. Canciones como “Stripped, Raped and Strangled” y “Fucked with a Knife” lo han convertido en un clásico instantáneo.
El vinilo de este álbum tiene un sonido más envolvente y carnoso, perfecto para quienes buscan percibir cada gruñido, cada golpe de doble bombo, cada riff asesino. Las ediciones con portada sin censura son especialmente codiciadas.
4. Obituary – Cause of Death (1990)
El segundo álbum de Obituary elevó al grupo a la categoría de culto. Con la inconfundible voz de John Tardy y los riffs pantanosos de Trevor Peres, este disco es death metal puro y denso, con atmósfera única.
La portada de Michael Whelan —originalmente destinada a Beneath the Remains de Sepultura— se ve espectacular en vinilo, y su edición original bajo Roadrunner es una pieza esencial para los fanáticos del death clásico.
El veredicto final
Si bien todos los álbumes de estas bandas merecen atención, los que acabas de leer destacan no solo por su música, sino por su valor histórico, visual y de colección en formato vinilo. Escucharlos en grande, con el sonido rugoso y envolvente que ofrece una tornamesa bien calibrada, es redescubrir la esencia del death metal como fue concebida.
¿Ya tienes alguno en tu colección? ¿Cuál agregarías tú?




