El heavy metal ha encontrado en países nórdicos como Finlandia y Suecia un terreno fértil para su desarrollo, registrando altas concentraciones de bandas por habitante. Sin embargo, existen naciones donde este género musical tiene una presencia significativamente menor. A continuación, se destacan algunos de estos lugares menos asociados al metal.
1. Ciudad del Vaticano
El Estado más pequeño del mundo no solo carece de bandas de metal registradas, sino que su naturaleza como sede de la Iglesia Católica hace que el género tenga poca o nula cabida. La relación del metal con temáticas como el satanismo, el anticlericalismo y la rebeldía lo sitúan en un punto de choque con la ideología predominante del Vaticano. Aunque el metal ha tenido cierta presencia dentro de corrientes religiosas cristianas (como el llamado “white metal”), en este enclave no hay una escena como tal.
2. Kosovo
Según datos recopilados, Kosovo presenta una de las cifras más bajas en cuanto a bandas de metal registradas. Aunque inicialmente se pensaba que no existían agrupaciones de este género en el país, investigaciones posteriores revelaron la existencia de al menos una banda llamada Troja.
3. Moldavia
En Moldavia, la escena del metal es limitada, con únicamente ocho bandas registradas. Esta cifra sitúa al país entre aquellos con menor representación de este género musical en Europa.
4. Turquía
Turquía cuenta con seis bandas de metal registradas, lo que indica una baja densidad de agrupaciones en relación con su población total. Este dato sugiere que el género no ha alcanzado una amplia popularidad en el país.
5. Corea del Norte
La dictadura de Kim Jong-un impone un estricto control sobre la música y el entretenimiento en el país. Solo se permite la difusión de canciones aprobadas por el régimen, la mayoría con mensajes propagandísticos. El acceso a la música occidental está severamente restringido, lo que hace que la existencia de una escena metalera sea prácticamente imposible. No hay registros de bandas de metal activas en Corea del Norte, y cualquier intento de introducir este género desde el exterior podría acarrear duras sanciones.