Los martes suelen ser días inusuales, no marcan el comienzo, el intermedio ni el fin de semana; tampoco son los días habituales para asistir a un concierto. No obstante, este martes 11 de junio de 2024 no fue uno cualquiera: tras una espera de 15 años, la banda sueca Evergrey, liderada por la voz distintiva de Tom S. Englund, hizo su esperado regreso a México. Era un evento imperdible y HEAVY MEXTAL no podía dejar de ser testigo de lo que prometía ser una velada memorable.
Originarios de Gotemburgo, Suecia —la cuna del melodic death metal de la más alta calidad—, Evergrey escogió la Ciudad de México para el arranque de su gira “A Live of Metal Latin American Tour 2024”, que continuará su camino por Colombia, Chile, Argentina y Brasil, destinos esenciales para cualquier grupo que aspire a conquistar el corazón del público latinoamericano.
El quinteto, integrado por Tom S. Englund (voz), Henrik Danhage (guitarra), Rikard Zander (teclado), Johan Niemann (bajo) y el recién llegado Simen Sandnes (batería), trae bajo el brazo su más reciente álbum titulado “Theories of Emptiness”, que aunque no alcanza la intensidad de “A Heartless Portrait (The Orphean Testament)” lanzado en 2022, destaca, como casi todos los 14 discos que Evergrey ha lanzado en 30 años de carrera, por su calidad excepcional. Un verdadero manjar para los seguidores del grupo.
Como todo buen banquete musical, las bandas de apertura son esenciales, y en esta velada, la responsabilidad recayó en Oktrad, el grupo mexicano que, tras sortear algunos contratiempos técnicos, dio inicio a su presentación a las 19:55 horas (aunque estaba programado para las 19:30 horas). Su debut, impregnado de una estética noventera, ofreció una fusión de rock alternativo y metal progresivo, caracterizada por riffs densos y una atmósfera creada por los teclados. Sin embargo, el espectáculo tuvo un tropiezo cuando, al concluir el primer tema, una cuerda de la guitarra se rompió, llevando a la banda a una improvisación forzada en la siguiente canción. A pesar de los nervios palpables, Oktrad, formada en 2022, logró entregar una actuación competente.
Durante la segunda presentación de la noche, se esperaba con anticipación la actuación de Nexus Progresivo. No obstante, tras iniciar la colocación de su equipo en el escenario del Foro 28, la banda decidió retirarse de manera inesperada. Este giro de eventos permitió que el equipo técnico de Evergrey tomara la iniciativa para acondicionar el espacio, preparando así el ambiente para el número estelar de la velada.
Algarabía, emoción y melancolía
Alrededor de las 21:00 horas, tal y como había anunciado Cacique Entertainment (la promotora mexicana encargada del evento), el recinto de la Plaza San Cosme se oscureció para ser envuelto por una intro atmosférica que en algún momento se convirtió en una cuenta regresiva que explotó con los acordes de Falling From The Sun, la primera pieza de su último álbum, un tema energético, duro, potente y con un coro fácil de recordar que de inmediato puso al público a cantar a todo pulmón: “…Falling from the sun, Falling one by one…” Sin dejar respirar al respetable, los comandados por Englund presentaron Say, otra canción nueva que fue muy bien recibida por los presentes. Luego de interpretar las que tal vez son dos de las mejores canciones de su trabajo presentado hace apenas unos días, el cantante hizo la pausa obligada para interactuar con los asistentes y agradecer su presencia, dejando claro lo cómodo que se sentía en México pese a no venir en los últimos 15 años.
Lo que siguió después fue una avalancha sonora que incluyó temas de siete de sus álbumes, tanto recientes como de antaño. Fue así como los afortunados que estuvimos en el lugar pudimos escuchar Midwinter Calls, Distance, Weightless, Where August Mourn, A Silent Arc, Call Out the Dark, Eternal Nocturnal, A Touch of Blessing y King of Errors. Tras este último tema los de Gotemburgo, Suecia cumplieron con el protocolo de salir brevemente del escenario para ser aclamados y regresar rápidamente con A Theory of Emptiness, un breve tema de dos minutos que justo da el nombre a su último álbum y que básicamente es un intro con una letra recitada que dio pase a Misfortune, un corte más denso ideal para cerrar los ojos y dejarse llevar al clímax, en este caso: Save Us, un portento de canción de su aclamado “A Heartless Portrait (The Orphean Testament)”, que con ese coro combativo que dice: “Hey, Save Us… hey, save us”, gritado por todos los asistentes, puso el cerrojo de oro a una noche inolvidable que esperemos no tarde 15 años en volverse a repetir.