La noche del jueves 27 de abril fue una velada inolvidable en el Circo Volador, donde los amantes del metal técnico y experimental se recuperaron para presenciar la presentación de una de las bandas más importantes del género: Cynic.
Esta banda ha sido aclamada por su capacidad para romper esquemas, desde su apariencia poco convencional hasta su estilo musical, que se aleja del death metal para explorar terrenos más complejos y experimentales.
La velada comenzó con la presentación de la banda mexicana Indepth, que, aunque con un recinto casi vacio, conectó con la audiencia gracias a su propuesta de metal pesado y técnico.
La ejecución de temas de su disco “Ancient Architects”, hizo que los de aguascalientes encajarán perfectamente en la dinámica de la noche y se ganaran el respeto de los presentes.
A pesar de la ausencia de headbanging y slam, la audiencia estuvo atenta a la ejecución y disfrutó de la música de una manera diferente, lo que sería una constante a lo largo de la noche.
Poco después, los canadienses de Beyond Creation subieron al escenario para demostrar su técnica impecable. Desde “Fundamental Process” hasta “Omnipresent Perception”, la banda desplegó todo su potencial, destacando al bajista Hugo Doyon-Karout y al líder Simon Girard, quien habló en español entre canción y canción.
La audiencia contemplaba a los músicos con admiración, mientras algunos presentes hablaban de escalas y progresiones, y otros comentaban la técnica del bajista y demás miembros. Aunque hubo menos headbanging, la emoción de los fans fue evidente, gritando, tomando cerveza, y fumando alguna que otra “yerba desconocida”.
Finalmente, Cynic se presentó en el escenario para interpretar de principio a fin su icónico álbum “Focus”. Paul Masvidal y su equipo crearon una atmósfera especial, bajando los caballos de fuerza para ofrecer matices más complejos y experimentales.
Al finalizar, Masvidal realizó un ritual para sus compañeros “caídos”, que fueron pilar para los tres primeros discos de la banda, dejando huella en la escena del Death metal. Cynic cerró la noche con temas de su etapa más reciente, alejándose más del metal para experimentar con capas de sonidos y su característica voz robótica.
Mientras todo sucedía, la audiencia no agitaba sus cabezas, sino que oscilaban con los ojos cerrados al compás de la música.
En definitiva, la experiencia fue compleja y no apta para todos, pero aquellos que le encontraron el gusto podrán apreciar el aura especial que se creó esa noche. In Crescendo, la velada forzó unir a algunas de las mejores bandas del género, demostrando que el metal técnico y experimental sigue vigente y en constante evolución. Sin duda, una noche que los asistentes no olvidaremos fácilmente.