jue. Sep 12th, 2024

El Fillmore, un templo sagrado para los amantes del rock, se llenó de una energía electrizante. Los fans de Metallica se agolpaban en las puertas, ansiosos por presenciar un momento histórico. Era mayo, y la banda estaba a punto de lanzar su álbum “St. Anger”. Pero había algo más en el aire: la llegada de un nuevo miembro, Robert Trujillo, al bajo.


Trujillo, un virtuoso del bajo con una carrera impresionante, se encontraba en un torbellino de emociones. No sabía qué esperar. El setlist era un misterio, y la presión de ser el nuevo bajista se mezclaba con la emoción de estar en el escenario con una leyenda viva. ¿Qué canciones tocarían? ¿Cómo se adaptaría a la maquinaria de Metallica?


“Lo que más recuerdo de aquel entonces en 2003 fue no saber qué iba a ser el setlist cada noche. Era realmente algo suelto. Y no sé si eso fue a propósito o estábamos tan abrumados, o Lars Ulrich estaba tan abrumado, que no pudo decirme exactamente qué íbamos a tocar. Así que estaba aprendiendo canciones como ‘Phantom Lord’ en el momento. Y no habían tocado ‘Phantom Lord’ en mucho tiempo.”, compartió Trujillo en una entrevista reciente.


La adaptación fue un desafío. Las canciones de Metallica son intrincadas, poderosas y llenas de matices. Pero Trujillo no se amilanó. En medio de la gira, la banda tocó en la legendaria prisión de San Quentin. La presión era inmensa, pero él se sumergió en el desafío. “Bienvenido a tu nueva existencia”, se dijo a sí mismo. Y así comenzó su viaje.


Aprendió canciones que ni siquiera estaban en el radar. “Orion”, “Dyers Eve”. Se sumergió en el legado de Metallica, decidido a estar a la altura. La energía del escenario, la pasión de los fans y la camaradería con los miembros de la banda lo impulsaron. “No me gusta estar al borde de mi asiento, teniendo que aprender canciones el día o algo así. Así que encontré una manera de ponerme al día”, confesó.


Pero su audición fue aún más épica. Dos días de intensidad. La presión de reemplazar a Jason Newsted. La incertidumbre. El dolor de cabeza de una resaca inoportuna. “Lars me ha metido en esto, para ver si podía estar a su altura”, pensó mientras luchaba por mantenerse en pie. Pero tocó “Battery”, y la magia sucedió. La película “Some Kind Of Monster” capturó ese momento, y el mundo lo vio.


“Si podía tocar, estaba bien. Pero en comunicación con Hetfield, porque él venía hacia mí y me hacía preguntas, y yo daba respuestas realmente estúpidas, porque, literalmente, no estaba allí del todo.”

By Marco Antonio de Jesús Escobedo Palma

Dir. de SEO de Heavy Mextal/ Periodista con más de 10 años de experiencia, experto en metal y especialista SEO ./ Contacto: [email protected]/ Facebook:https://www.facebook.com/marco.escobedo.52206

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