La Ciudad de México tembló el pasado miércoles 8 de noviembre, no por causas sísmicas, sino por el estruendo de dos titanes del metal internacional: Gojira y Mastodon. En lo que prometía ser una velada inolvidable, estas dos bestias se presentaron en el Velódromo Olímpico “Melchor Ocampo”, previo a su participación estelar en el México Metal Fest este 10 y 11 de noviembre en la Expo Guadalupe en Monterrey.
El llamado de las bestias resonó entre miles de metaleros, congregando a una multitud ansiosa de vivir tres horas de pura e intensa experiencia musical.
Desde las primeras horas de la tarde, el oriente de la Ciudad de México ya se veía envuelto en un caos controlado. Las entradas del Velódromo Olímpico se dividieron en tres zonas: A, B y VIP. Los metaleros, hambrientos de decibelios, se acomodaron con paciencia y entusiasmo en sus respectivos lugares, listos para lo que se desataría en la noche.
El reloj marcaba las 20:00 horas cuando los primeros silbidos impacientes resonaron en el aire. Sin embargo, la espera se vio recompensada a las 8:20 en punto, según el meticuloso itinerario de Cacique, la promotora del evento, cuando Mastodon, la banda estadunidense, irrumpió en el escenario con una potencia descomunal, inaugurando la noche con “The Wolf Is Loose”.
Mastodon, compuesto por Troy Sanders, Brent Hinds, Bill Kelliher y Brann Dailor, se mostró más que complacido de estar en tierras mexicanas. La banda, en un buen pero entrecortado español, mezclado con algunas palabras en inglés, expresó su alegría en múltiples ocasiones, siendo correspondidos con el entusiasmo desbordante de la audiencia.
El set de Mastodon, que se extendió por más de una hora, incluyó éxitos como “Crystal Skull”, “Megalodon”, “Divinations”, “Sultan’s Curse”, “Bladecatcher” y “Black Tongue”. Todo acompañado de un espectáculo visual deslumbrante, lleno de luces y proyecciones psicodélicas que sumergió a la audiencia en una experiencia alucinante.
La segunda parte del recital estuvo compuesta por temas como “The Czar”, “High Road”, “More than I Could Chew”, “Mother Puncher”, “Steambreather” y la poderosa “Blood and Thunder”. Sin embargo, quedó la sensación de que faltaba algo, una ausencia que sólo podría haber llenado “Oblivion”.
El futuro del metal
La pregunta recurrente en el mundo del metal es qué sucederá cuando bandas legendarias como Metallica o Iron Maiden se retiren. La respuesta, al menos para la noche del 8 de noviembre, llegó con un estruendo ensordecedor, y es que sin duda Gojira levantó la mano para reclamar su lugar en la cima del metal contemporáneo.
A las 10 en punto de la noche, un cronómetro en cuenta regresiva anunció la llegada de los monstruos franceses al escenario. Joe Duplantier, Mario Duplantier, Christian Andreu y Jean-Michel Labadie, los arquitectos del death metal de Gojira, se hicieron sentir desde los primeros acordes de “Born for One Thing”, seguido por “Backbone”, “Stranded” y la icónica “Flying Whales”, acompañada por orcas inflables que “nadaban” sobre una audiencia en éxtasis.
El set de Gojira incluyó una mezcla letal de temas como “The Cell”, “The Art of Dying”, “Grind”, “Another World”, “Oroborus”, “Silvera”, “The Chant” y “L’enfant Sauvage”, una dosis precisa de death metal, groove y progresivo capaza de anestesiar a la bestia más feroz; sin embargo, el público aún tenía fuerza para el encore, que estuvo compuesto por temas contundentes como “The Heaviest Matter of the Universe”, “Amazonia” y “The Gift of Guilt”.
La noche del 8 de noviembre quedará marcada como un capítulo épico en la historia del metal en México. Mastodon y Gojira (sobre todo este último) demostraron ser pilares fundamentales del metal moderno. Cuando las leyendas se retiren, estas bandas estarán entre las elegidas para tomar la batuta y liderar el camino hacia un futuro donde el metal seguirá más vivo que nunca.
Fotografías: Johanna Malcher