En la historia del metal, hay muchos episodios vergonzosos, pero uno resalta tanto por haber ocurrido hace relativamente poco como por el impacto que tuvo: el concierto de Abbath en Argentina.
Era el 13 de noviembre de 2019. El exintegrante de Immortal llegaba a tierras argentinas como parte de su gira “Outsrider”, su último lanzamiento. El noruego en ese entonces enfrentaba serios problemas con el abuso de sustancias, cada vez más notorios.
“En 2003, estaba tan harto de la bebida que alguien me dio speed (drogas), y eso fue como, ‘¡Wow!’, estaba usando anfetaminas de vez en cuando hasta unas semanas antes de la gira mundial en 2019”, declaró Olve Eikemo (nombre real del músico) posteriormente.
Una vez llegada la hora del espectáculo en el Palermo Club de Buenos Aires, se tardó un par de horas en iniciar el show. “Había estado bebiendo todo el día desde que salí de Chile esa mañana. Dos botellas de whisky Jack Daniel’s”, mencionó el también cantante, lo cual era una mala señal para su concier yato.
En escena, salieron sin el guitarrista de la banda, Ole André Farstad, con quien Abbath se había peleado en la prueba de sonido. Al intentar tocar el primer tema, “Count the Dead”, Abbath se detenía para hacer sus características muecas antes de lanzarse al público.
“Pensé que tenía el control, pero empecé a olvidar las letras y los riffs en el escenario, todos a mi alrededor estaban nerviosos y yo estaba enojado todo el tiempo”.
Tras golpear lo que podía y romper una guitarra, empezaron a tocar el tema “Tyrants”, que duró menos que el tema anterior. Todo terminó con un Abbath colapsado, ofreciendo una de las estampas más tristes de la música extrema.
“Al día siguiente, desperté y sentí que estaba enloqueciendo”, añadió Abbath. “Me sentía como una mierda, entonces Ole entró en la habitación y me dio un gran abrazo. Me dijo: ‘Vamos, Olve, vamos a casa’, y así cancelamos el resto de la gira”.
Después de esto, Abbath ingresó a rehabilitación, esperando no volver a repetir un capítulo tan oscuro en su carrera.