5 canciones de Lacrimosa que te levantarán el ánimo › Heavy Mextal
lun. Abr 21st, 2025

En una sala de ensayo en Basilea, allá por 1991, Tilo Wolff empezó a trazar las líneas de lo que sería Lacrimosa, una banda que se movería entre las sombras del gothic metal y los destellos de arreglos sinfónicos. No es un nombre que suene en las listas de éxitos pop ni en las radios de carretera, y esa es justo su fortaleza: un universo sonoro que no busca complacer a las masas, sino hablarle a quien esté dispuesto a escuchar. Para los que seguimos el metal con atención, Lacrimosa es un proyecto que se planta firme en su identidad, una rareza que mezcla el peso de la introspección con la teatralidad de una ópera oscura.

Hablar de “levantar el ánimo” con esta banda puede sonar como un giro inesperado. Su catálogo, cargado de letras que exploran el desamor, la pérdida y la lucha interna, no encaja con la idea de una playlist para salir a correr bajo el sol. Pero en el metal sabemos que el ánimo no siempre se levanta con estribillos simplones o palmadas al ritmo; a veces, lo que te saca del suelo es una canción que te empuja a enfrentar lo que sientes, que te da un motivo para seguir caminando. Aquí van cinco temas de Lacrimosa que, a su manera, logran eso.

1. “Stolzes Herz” (Inferno, 1995)

Cuando Inferno llegó a los estantes, Lacrimosa ya estaba dejando claro que no iba a quedarse en los márgenes del gothic puro. “Stolzes Herz” abre con un piano que parece susurrar antes de que la guitarra y la voz de Wolff entren como un golpe seco. El tema habla de sostenerse en pie frente a la adversidad, y esa energía se siente en cada acorde. No es una canción que te saque una sonrisa fácil, pero sí una que te recuerda que hay fuerza en plantarse y mirar de frente lo que venga. Para un seguidor del metal, ese mensaje pesa más que cualquier coro pegajoso.

2. “Alleine zu zweit” (Elodia, 1999)

Elodia marcó un punto alto con su enfoque sinfónico, y este track es una muestra de cómo Lacrimosa puede tejer emociones complejas sin perder el hilo. La batería marca un paso constante mientras los arreglos orquestales se entrelazan con la voz de Wolff y Anne Nurmi. Habla de estar juntos pero sentirse solos, y aunque el tema tiene su carga de melancolía, la forma en que crece hasta un clímax sonoro te hace sentir parte de algo más grande. Es el tipo de canción que un metalero aprecia por su capacidad de transformar lo personal en algo universal.

3. “Der Morgen danach” (Echos, 2003)

En Echos, la banda exploró texturas más suaves sin abandonar su esencia. “Der Morgen danach” trae un ritmo que se mueve hacia adelante, como si el amanecer del título fuera literal. Las cuerdas y la voz de Nurmi en el fondo construyen una atmósfera que no aplasta, sino que abre un espacio para respirar. Después de una discografía llena de noches largas, este tema ofrece un contraste que no se siente forzado. Para quien busca en el metal algo más que caos, aquí hay un respiro que empuja a seguir.

4. “Feuer” (Fassade, 2001)

Fassade es un álbum que juega con la intensidad, y “Feuer” lo lleva a otro nivel. Desde los primeros acordes, la canción arde con una energía que no se contiene: coros que resuenan, riffs que cortan el aire y una entrega vocal que suena a desafío. No es introspección silenciosa; es un incendio controlado. En el metal, pocas cosas levantan el ánimo como un tema que te hace querer moverte, y este tiene ese fuego que prende algo adentro, como si te dijera que todavía hay pelea por dar.

5. “Lichtgestalt” (Lichtgestalt, 2005)

El track que da nombre al álbum de 2005 empieza con una calma engañosa antes de desplegarse en capas de sonido que suben y bajan. La guitarra marca el pulso mientras el piano y las voces construyen una narrativa que no se queda en la superficie. Habla de encontrar una forma de luz en medio de lo oscuro, y esa idea resuena en cómo la canción evoluciona. Para los que llevamos años escuchando metal, este tipo de composición —que no te da todo de una vez, sino que te lleva por un camino— tiene una fuerza que no se explica con palabras vacías, sino que se siente en los huesos.

Lacrimosa no te va a vender felicidad enlatada, y eso es lo que hace que estas canciones funcionen. En el metal, el ánimo no siempre se trata de escapar, sino de enfrentar, de encontrar en la música un eco de lo que llevas dentro. Estos cinco temas, sacados de discos que marcaron etapas distintas de la banda, ofrecen eso: un empujón que no necesita luces brillantes ni promesas huecas. Si los pones a sonar, no esperes un subidón instantáneo; espera, en cambio, algo que te mueva desde un lugar más hondo.

By Marco Antonio de Jesús Escobedo Palma

Dir. de SEO de Heavy Mextal/ Periodista con más de 10 años de experiencia, experto en metal y especialista SEO ./ Contacto: [email protected]/ Facebook:https://www.facebook.com/marco.escobedo.52206

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *