El black metal es un género que ha definido su identidad en torno a la crudeza, el caos y la atmósfera oscura, pero, sobre todo, a la experimentación. Mientras muchos aficionados se centran en los grandes clásicos de las bandas más conocidas, hay una enorme cantidad de canciones que, a pesar de no tener la misma popularidad, se mantienen como joyas ocultas de esta subcultura. Son pistas que no suenan en los playlists habituales, pero que resuenan con la misma intensidad que las más aclamadas, con una complejidad y un enfoque único que suelen pasar desapercibidos para los más superficiales.
En este artículo, exploramos 10 canciones que, aunque no suelen llenar estadios ni dominar las listas de reproducción, representan la riqueza del black metal en sus diversas vertientes. Estas composiciones destacan por su innovación, su fidelidad a las raíces del género y, sobre todo, por cómo cada una captura la esencia de un tiempo o un lugar particular en la historia del metal extremo. No se trata de canciones que cuenten con una inmensa popularidad, sino de aquellas que, cuando se escuchan con atención, revelan capas profundas de talento y originalidad.
- “Dunkelheit” – Burzum (1996)
Una de las composiciones más icónicas de Filosofem, el último álbum de estudio de Burzum. Aunque es conocida dentro del círculo más cerrado del black metal, Dunkelheit no tiene el mismo nivel de reconocimiento fuera de él. La canción fue grabada en 1991, pero se liberó en 1996, y marca una transición hacia un estilo más ambiental y oscuro, donde la guitarra y los sintetizadores se fusionan de manera impecable. En lugar de optar por la velocidad y la brutalidad que caracterizan a muchas otras bandas del género, Dunkelheit se centra en crear una atmósfera tensa, cargada de desesperación. Esta pieza muestra la influencia de los primeros días del black metal noruego, pero con un enfoque introspectivo que lo hace único en la discografía de Burzum.
- “Aspera Hiems Symfonia” – Arcturus (1995)
Arcturus es conocido por su mezcla de black metal con otros géneros como el avant-garde y el progresivo, y esta canción de su álbum Aspera Hiems Symfonia es un claro ejemplo de ello. Con un comienzo que parece acercarse más a la música clásica que al black metal convencional, la pieza se despliega en un laberinto sonoro lleno de cambios abruptos de tempo y tonalidad. La complejidad de los arreglos musicales, junto con el uso innovador de los teclados, convierte a Aspera Hiems Symfonia en una muestra de lo que podría haber sido una mezcla de black metal con una atmósfera sinfónica y experimental.
- “Rex” – Darkthrone (1990)
Si bien Darkthrone es una de las bandas más emblemáticas del black metal, su canción Rex, incluida en su recopilatorio Goatlord, ha pasado relativamente desapercibida. Esta canción presenta una propuesta más cruda y sin pulir, más cercana a los primeros días de la banda, antes de que se consolidara su estilo definitivo. Aunque no es tan conocida como otras piezas de su discografía, Rex ofrece una visión fascinante de la experimentación temprana del grupo con sonidos más atmosféricos y lentos. Un tema que se aleja de la velocidad frenética y la agresividad típica del black metal de los 90, apostando por una construcción más densa y progresiva.
- “Bizarre Cosmic Industries” – Covenant (1998)
Covenant, más tarde conocidos como The Kovenant, ofrece en Bizarre Cosmic Industries una fusión única de black metal con elementos de la música electrónica y el industrial. Esta canción tiene una estructura que va más allá del black metal tradicional, incorporando sonidos futuristas y atmósferas que recuerdan más a la ciencia ficción que al folklore oscuro de otras bandas. Su originalidad radica en cómo conjuga la furia del black metal con el sintetizador y una sensación de frialdad tecnológica, una propuesta innovadora en su tiempo que aún sigue siendo relevante para los fans de los sonidos más experimentales dentro del género.
- “Lords of Bedlam” – Hollenthon (2001)
Hollenthon es una banda que mezcla black metal con elementos de death metal melódico y música sinfónica. En Lords of Bedlam, la banda combina riffs densos y rápidos con una instrumentación más compleja, incorporando pasajes orquestales que le dan una atmósfera épica. El tema presenta una atmósfera densa y muy trabajada, haciendo uso de una riqueza sonora que no es común en muchas de las bandas de la escena black metal de la época. Esta pieza es un testamento de cómo el black metal puede trascender los límites del género, ofreciendo algo más grande que una simple experiencia de caos.
- “Welowie” – Gontyna Kry (1997)
Gontyna Kry, una banda de black metal polaca, representa la escena más underground de Europa del Este. Welowie es una de las canciones que encapsula el sonido del black metal más puro y crudo de la región. La demo de 1997 contiene un estilo musical oscuro, con riff pegajosos y una producción que acentúa la atmósfera de desolación y desesperación. Esta canción no solo destaca por su crudeza, sino también por su capacidad de capturar una esencia primitiva y visceral del black metal de los años 90, alejada de las pretensiones de las bandas más populares del género.
- “Hantises” – Frozen Shadows (2004)
Aunque Frozen Shadows es una banda relativamente menos conocida, su tema Hantises destaca como una de las composiciones más intrigantes del black metal canadiense. Con influencias claras de Immortal y otros exponentes del black metal nórdico, la canción mantiene una atmósfera fría y oscura, pero a la vez se permite momentos de mayor introspección. Las guitarras arremeten sin descanso mientras la batería mantiene una estructura constante, logrando crear un equilibrio entre la fuerza y la atmósfera. La peculiaridad de Hantises radica en cómo logra mantener una gran intensidad sin perder su esencia melódica, algo no tan común en el black metal más agresivo.
- “My Blackest of Hearts” – Hecate Enthroned (2000)
Hecate Enthroned es una banda británica que fusiona black metal con elementos sinfónicos y góticos. En My Blackest of Hearts, la banda combina la agresividad típica del black metal con una atmósfera gótica que impregna toda la composición. Esta mezcla no solo añade una dimensión adicional a la canción, sino que también la convierte en una de las más complejas y melódicas de la banda. La progresión de la pieza, desde un inicio sombrío hasta una culminación poderosa, es un claro ejemplo de cómo el black metal puede evolucionar sin perder su esencia más oscura.
- “Sorrow and Extinction” – Pallbearer (2012)
Aunque Pallbearer no se clasifica estrictamente dentro del black metal, su capacidad para combinar elementos de doom y black metal en Sorrow and Extinction ha hecho que esta canción sea una de las más innovadoras de la década. La canción tiene una atmósfera densa y pesada, pero a la vez mantiene una sensación de desesperación profunda, un equilibrio que captura la esencia de ambos géneros. Su capacidad de generar una atmósfera abrumadora es lo que la convierte en una pieza fundamental dentro del panorama del metal extremo contemporáneo.
- “The Falling Tide” – Funeral Mist (2003)
Funeral Mist es una banda sueca de black metal conocida por su estilo agresivo y experimental. The Falling Tide es una de las canciones que mejor encapsula el enfoque experimental de la banda, mezclando riffs rápidos y pesados con momentos de atmósfera más sombría. Su estructura es impredecible, pasando de secciones de alta intensidad a pasajes más introspectivos, lo que la convierte en una de las canciones más complejas y técnicas dentro del black metal más extremo.
Estas 10 canciones no son las más escuchadas ni las más comerciales, pero son ejemplos perfectos de cómo el black metal ha evolucionado y se ha mantenido en constante experimentación a lo largo de los años. A menudo ignoradas, pero siempre relevantes, estas piezas nos recuerdan que la verdadera riqueza del género se encuentra en sus rincones más oscuros.
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