El metal es un género musical que suele estar asociado con la rebeldía, la transgresión y la provocación. Sin embargo, hay casos en los que estos elementos se llevan al extremo y se convierten en actos criminales. Uno de los más conocidos y polémicos es el de la banda alemana Absurd, cuyos miembros originales fueron responsables del brutal asesinato de un compañero de escuela en 1993.
Absurd se formó en 1992 en la ciudad de Sondershausen, en el estado de Turingia, por Hendrik Möbus, Sebastian Schauseil y Andreas Kirchner. Los tres jóvenes, que entonces tenían 17 años, eran aficionados al black metal, un subgénero del metal caracterizado por su sonido crudo, oscuro y agresivo, y por sus letras que tratan temas como el satanismo, el paganismo, el nacionalismo y el anticristianismo.
La banda se inspiraba en grupos como Burzum, Mayhem o Darkthrone, que habían causado controversia en la escena del black metal noruego por sus actos violentos, como incendiar iglesias, profanar tumbas o cometer asesinatos. Absurd quería emular a sus ídolos y crear su propia leyenda negra.
El asesinato
El 29 de abril de 1993, los tres integrantes de Absurd citaron a Sandro Beyer, un chico de 15 años que estudiaba en el mismo instituto que ellos, en un bosque cercano a la ciudad. Según los testimonios de los asesinos, Sandro era un chico molesto que les había criticado por su relación con una mujer casada y por sus actividades musicales. Además, le acusaban de ser judío y de haberlos delatado ante las autoridades por poseer material ilegal.
En el bosque, los tres músicos ataron a Sandro a una silla y lo estrangularon con un cable eléctrico. Luego enterraron su cuerpo en una fosa cerca de una cabaña que pertenecía a los padres de Möbus. Al día siguiente fueron al colegio como si nada hubiera pasado y volvieron al lugar del crimen para burlarse de la desaparición de Sandro.
Una semana después, la policía encontró el cadáver gracias a una confesión de Andreas Kirchner, que se sintió culpable por lo ocurrido. Los tres jóvenes fueron detenidos y juzgados por homicidio. En el juicio, intentaron justificar su acción como un accidente o como una broma que se les fue de las manos. Sin embargo, el tribunal los condenó a ocho años y medio de prisión por considerar que habían actuado con premeditación y crueldad.
Durante su estancia en la cárcel, los miembros de Absurd no abandonaron su pasión por el metal. Al contrario, aprovecharon su notoriedad para seguir componiendo canciones y grabando discos bajo el nombre temporal de In Ketten. Sus letras seguían siendo provocadoras y violentas, e incluso llegaron a mostrar la tumba de Sandro Beyer en la portada de uno de sus demos.
Movimiento NSBM
La banda se convirtió en un referente para el movimiento del NSBM (National Socialist Black Metal), una corriente del black metal que defiende el nazismo y el racismo. Sus discos se distribuían entre grupos neonazis y fanáticos del metal extremo.
En 1998, los tres asesinos salieron en libertad condicional por haber sido menores de edad cuando cometieron el crimen. Sin embargo, Hendrik Möbus volvió a ser encarcelado por violar las condiciones de su libertad al hacer el saludo nazi en un concierto. Además, se descubrió que él y su hermano Ronald Möbus habían posado con banderas nazis en el campo de concentración de Auschwitz.
Möbus logró escapar a Estados Unidos, donde se reunió con William Luther Pierce, líder del grupo supremacista blanco National Alliance. Pero fue capturado y extraditado a Alemania, donde cumplió su condena hasta 2003.
Los otros dos miembros originales de Absurd se alejaron del mundo del metal y trataron de rehacer sus vidas. Sin embargo, Möbus siguió vinculado al NSBM y fundó su propio sello discográfico, llamado Weltenfeind. En 2022, lanzó un nuevo álbum como Absurd, titulado Schwarze Bande, y entró en conflicto con la formación actual de la banda, liderada por Sven Zimper, que también reclama el nombre de Absurd.