Javier Bátiz, reconocido guitarrista y pionero del rock en México, falleció este sábado 14 de diciembre a los 80 años, después de una valiente batalla contra el cáncer de próstata. Originario de Tijuana, Bátiz es considerado el padre del rock mexicano, trayendo al país el sonido que más tarde se conocería como rock chicano, una fusión de rock, blues, psicodélico y elementos de la música fronteriza.
La noticia de su fallecimiento fue confirmada por su esposa, Claudia Madrid, quien compartió un emotivo mensaje en redes sociales. Bátiz, conocido por su influencia en la escena musical mexicana y por ser mentor de grandes figuras del rock como Carlos Santana, deja un legado imborrable en la historia de la música. Su estilo único y su pasión por la guitarra inspiraron a generaciones de músicos y seguidores.
A lo largo de su carrera, Bátiz lanzó más de tres decenas de discos, siendo su último trabajo en 2016, un álbum de versiones de rancheras y norteños de clásicos como Los Cadetes de Linares, Pedro Infante y José Alfredo Jiménez. Además de su lucha contra el cáncer, en los últimos años también enfrentó otros problemas de salud, incluyendo infartos cerebrales y neumonía.
El Centro Cultural de Tijuana y otros músicos mexicanos habían organizado eventos para recaudar fondos y apoyar sus gastos médicos. Su legado y su música perdurarán en la eternidad, inspirando a futuras generaciones de músicos y amantes del rock.