Jon Nödtveidt fue uno de los pioneros del black metal sueco, uno de los géneros musicales más extremos y oscuros que existen. Su banda, Dissection, fue una de las más influyentes e innovadoras del estilo, combinando la agresividad y la velocidad del black metal con la melodía y la técnica del death metal.
Sin embargo, detrás de su talento artístico se escondía una personalidad turbia y conflictiva, que lo llevó a cometer un crimen atroz y a quitarse la vida en un acto de supuesta devoción al diablo.
Nödtveidt nació el 28 de junio de 1975 en Strömstad, una pequeña ciudad costera al oeste de Suecia. Desde niño mostró interés por la música y aprendió a tocar la guitarra, el teclado y la batería. A los 14 años formó su primera banda, Siren’s Yell, con la que grabó una demo de heavy metal. Al año siguiente, fundó Dissection junto con el bajista Peter Palmdahl, con quien compartía su pasión por el metal extremo y el ocultismo.
Dissection debutó en 1991 con la demo The Grief Prophecy, que llamó la atención de la escena underground por su sonido crudo y potente. La banda se consolidó con los álbumes The Somberlain (1993) y Storm of the Light’s Bane (1995), considerados obras maestras del black metal melódico.
Las letras de Nödtveidt reflejaban su ideología satánica y anticristiana, inspirada en autores como Aleister Crowley, Anton LaVey y Friedrich Nietzsche.
El asesinato
Sin embargo, el éxito musical de Nödtveidt se vio empañado por su implicación en un asesinato que conmocionó a Suecia. El 22 de julio de 1997, Nödtveidt y otros dos miembros de la MLO (Orden Luciferiana Misántropa), una organización satánica a la que pertenecía, participaron en el asesinato de Josef Ben Meddour, un inmigrante argelino de 38 años que vivía en Gotemburgo.
Según el testimonio de uno de los implicados, Vlad, Nödtveidt disparó dos veces a Meddour en la cabeza mientras este se encontraba sentado en un banco del parque Keillers. El motivo del crimen nunca quedó claro, aunque se especuló con que fuera un acto de odio racial o una ofrenda al diablo.
Nödtveidt fue arrestado en agosto de 1997 y condenado a ocho años de prisión por complicidad en homicidio. Durante su estancia en la cárcel, continuó componiendo música y leyendo libros sobre satanismo y magia negra. También mantuvo correspondencia con algunos fans y músicos, como el líder de Watain, Erik Danielsson, quien lo consideraba una gran inspiración.
El suicidio
Nödtveidt salió de prisión en 2004 y anunció su regreso a la música con Dissection. La banda lanzó su tercer y último álbum, Reinkaos, en 2006, que supuso un cambio radical en su estilo musical y lírico. El disco abandonó el sonido black metal por uno más cercano al heavy metal tradicional y las letras se centraron en el concepto del kaosofismo, una doctrina esotérica creada por el propio Nödtveidt basada en la adoración del caos como fuerza creadora y destructora.
Sin embargo, poco después del lanzamiento del álbum, Nödtveidt decidió poner fin a su vida de una manera dramática. El 13 de agosto de 2006, fue encontrado muerto en su apartamento de Hässelby, un suburbio de Estocolmo. Según la policía, Nödtveidt se disparó en la sien con una escopeta dentro de un círculo formado por velas negras.
Junto a su cuerpo había un libro abierto sobre un altar: se trataba del Liber Azerate, un grimorio satánico escrito por el fundador de la MLO, Frater Nemidial. Al parecer, Nödtveidt había enviado cartas de despedida a su padre y a su novia, en las que explicaba que había cumplido su misión en la vida y que se iba a reunir con el dios del caos.
La muerte de Nödtveidt causó un gran impacto en el mundo del metal, donde fue recordado como un genio musical y un icono del black metal. Su hermano Emil, conocido como Nightmare Industries, le dedicó la canción “Via The End” con su banda Deathstars. Sin embargo, también hubo quienes criticaron su actitud violenta y fanática, y cuestionaron su autenticidad como satanista. Al final, Nödtveidt cumplió con una de sus famosas frases. “Un satanista debe morir fuerte y por sí mismo”.